Díaz se abre a negociar con Junts y Belarra reabre hostilidades
Sumar no ha esperado al PSOE y ya mueve ficha para tratar de acelerar la reedición del Gobierno de coalición. La plataforma que lidera Yolanda Díaz encargó este lunes a JAsens, que en junio anunció su retirada de la política, la labor de negociar con Junts un eventual apoyo a la investidura de Sánchez, lo que evitaría una repetición electoral. El que fuera presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos durante la legislatura es una persona cercana a Puigdemont y, como explican fuentes del partido, su elección responde a «su conocimiento de la realidad política catalana, así como su buena relación con los espacios llamados a entenderse». También encabezará las conversaciones con Esquerra.
La búsqueda de protagonismo por parte de Díaz en un contexto incierto llega tras un escrutinio que ha reabierto ya las hostilidades internas con Podemos. La lectura que Sumar hace de los resultados del 23-J es clara: «Solo hay una investidura posible y no es la encabezada por Feijóo y Vox». Los de Yolanda Díaz piden al PSOE no perder ni un minuto y empezar a trabajar «ya» en el que sería el acuerdo programático de un nuevo Ejecutivo con su correspondiente estructura ministerial. Aspiran, incluso, a ostentar carteras de mayor peso que las que han tenido esta legislatura. Ernest Urtasun aseguró este lunes que los suyos están «preparados» y que mantendrán contactos a lo largo de esta semana con el conjunto de formaciones «para constituir una mayoría de progreso en este país lo antes posible».
El eurodiputado considera que los resultados de Sumar son «positivos», pese a que la coalición, con 31 escaños, pierde siete respecto a los cosechados por Unidas Podemos y Más País el 10 de noviembre de 2019, cuando concurrieron a las generales por separado. Urtasun evitó cualquier comparación con la anterior etapa amparándose en que su organización «se presentaba por primera vez a unas elecciones». También insistió en la idea defendida en la noche electoral por la propia Díaz, que aseguró que Sumar es un proyecto que «ha venido para quedarse». «Afrontamos el próximo ciclo para configurar Sumar como una formación clave para los próximos años», zanjó.
«Invisibilizar el feminismo»
Pero la paz que ha reinado en la coalición durante toda la campaña, impuesta por la necesidad de no aparentar ser un bloque fragmentado y por la disciplina interna de las quince organizaciones, amenaza con saltar por los aires este verano. Podemos no comparte la euforia mostrada por Díaz, Alberto Garzón, Mónica García o Íñigo Errejón, que convirtieron la noche electoral en una fiesta. Los morados mantendrán solo cinco escaños dentro del futuro grupo parlamentario de Sumar frente a los diez que tiene la plataforma de la líder gallega y ahora reivindican los sacrificios que, creen, han hecho en pos de la unidad. «Si hoy existe una posibilidad de reeditar el Gobierno de coalición es por la generosidad y responsabilidad de Podemos, a pesar de que se nos impuso un acuerdo que el resto de partidos no habría aceptado».