Los independentistas imponen la amnistía como línea roja para investir a Sánchez
ERC y Junts exigen que la ley que facilite el indulto de Puigdemont no solo debe tramitarse, sino «salir adelante»
Tras el apoyo de los independentistas catalanes para que la socialista Francina Armengol sea la nueva presidenta del Congreso de los Diputados, tanto ERC como Junts reafirmaron ayer que la amnistía es la línea roja para convertir a Pedro Sánchez en presidente del Gobierno.
La diputada de ERC en el Congreso Teresa Jordà advirtió ayer que sin una ley de amnistía no habrá investidura de Sánchez porque es «una línea roja» para los republicanos. En declaraciones a RAC1, Jordà afirmó que ERC ya ha hablado con el PSOE de la ley de amnistía y que los socialistas «no sólo tienen que dejar que se tramite» sino que «debe salir adelante».
La exconsellera señaló que es «una temeridad» que el PSOE dé por hechos los votos de ERC, y apuntó que los acuerdos sellados el jueves «dan continuidad» al trabajo hecho hasta ahora.
La amnistía y el referéndum, dos de las condiciones, se desarrollarán en «la segunda fase» de las negociaciones, según dijo Jordà, que añadió que también se hablará de «otros temas importantes», del «día a día», como sería el caso de Rodalies.
Por su parte, el diputado de Junts Isidre Gavín advirtió ayer que su formación no tiene una decisión tomada sobre la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, por lo que se ha remitido a una amnistía para los dirigentes independentistas que pasa por una negociación con el expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia después del referéndum del 1-O.
«Nosotros hemos puesto encima de la mesa durante la campaña y también ahora toda una serie de temas que para nosotros son importantísimos, que acabe la represión y la amnistía», señaló en una entrevista en Cope, recogida por Europa Press.
Gavín confirmó que la decisión que adopten no se la comunicarán al Rey en la ronda de consultas que se inicia el lunes y diferenció la negociación para la presidencia de la Mesa del Congreso con la investidura, ya que sobre esto último «no tienen una decisión tomada».
«Si algún candidato cree que necesita o quiere nuestros votos, habrá que dialogar con nuestros representantes, empezando por el presidente Puigdemont, y establecer en qué cuestiones puede haber acuerdo», indicó.
El representante de Junts se remitió a su programa electoral y, según dijo, «en lo que es necesario para Cataluña». «El proceso para nosotros es distinto: quien quiera ser presidente del Gobierno y crea que puede necesitar nuestros votos o pueda quererlos, tiene que ponerse en contactos con nosotros para negociar qué condiciones o qué asuntos pueden incorporarse», afirmó.
El diputado de Junts abogó, como ocurrió con la negociación que permitió que la presidencia del Congreso recaiga en la socialista Francina Armengol, en mantener el «criterio de discreción y prudencia para que no se den declaraciones y contradeclaraciones que no ayuden para nada a llegar a los acuerdos». «Prudencia total y absoluta», enfatizó.
En la misma línea, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, también desvinculó el pacto con el PSOE para la Mesa del Congreso de las conversaciones para una posible investidura de Pedro Sánchez.