Puigdemont recibe presiones para que no deje gobernar a Sánchez
La Asamblea Nacional Catalana insta al expresidente de la Generalitat al bloqueo del PSOE
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) presiona a Carles Puigdemont para que bloquee la investidura. La entidad nacionalista, organizadora de la manifestación del este lunes, 11 de septiembre, advirtió este viernes al expresidente de la Generalitat de que si apoya la elección de Pedro Sánchez, impulsará su propia lista electoral para los próximos comicios autonómicos en Cataluña. Ese es el gran temor de Puigdemont, que su decisión tenga consecuencias para Junts desde el punto de vista electoral y le lastre en su pugna con ERC por la hegemonía del soberanismo. Los grupos independentistas más radicales han promovido la abstención en las dos últimas citas con las urnas, lo que provocó, por ejemplo, que ERC, Junts y la CUP perdieran 700.000 votos en conjunto en las pasadas generales. La irrupción de la ANC como cuarta opción secesionista en unas elecciones tendría un impacto directo sobre Junts, por lo que la entidad nacionalista amenaza con esta plancha cívica para presionar a Puigdemont y hacerle desistir en su voluntad de negociar la investidura. La política se ha convertido en un campo de minas y todo el mundo, más o menos, lanza su órdago. La ANC desafía a Puigdemont y éste hace lo propio con Sánchez: o amnistía o elecciones, fue el ultimátum que le lanzó el martes desde Bruselas.
La ANC, que en su hoja de servicios puede presumir de haber forzado al Govern, a través de la presión de la calle, a «poner las urnas» tanto el 9-N como el 1-O y de haber provocado el divorcio entre ERC y Junts, es partidaria del cuanto peor mejor y considera que cuanta más inestabilidad haya en la política española, mejor le irá al movimiento independentista. Esta era la tesis de Puigdemont hasta hace tres días. En vísperas de la Diada, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, descargó este viernes toda la presión sobre el lider de Junts. La Asamblea se niega a avalar la investidura de Sánchez, salvo que el candidato socialista a la presidencia del Gobierno se avenga a aprobar una ley de amnistía y autorice un referéndum. Una exigencia de máximos, que incluso el expresidente de la Generalitat evitó en su conferencia del martes pasado en Bruselas.