El Adif pasa de las deudas arrastradas con la provincia

La Variante de Pajares se abrió. Pero el tren pasó camino de Asturias sin que pasara nada con los problemas arrastrados por la provincia leonesa: ni las integraciones de la capital y San Andrés, ni la solución para los acuíferos de los pueblos perdidos por el calado de los túneles, ni las nuevas frecuencias, ni la doble vía desde Valladolid que condiciona las circulaciones, ni la renovación del material que obliga a retrasos y trasbordos a diario, ni la corrección del lazo del Manzanal, ni la renovación de los talleres y la infraestructura de mercancías para no perder la posición de centro logístico del noroeste que se regala a la capital vallisoletana, ni la vuelta de los trenes de Feve a la estación, ni la reciente postergación del proyecto Ruta de la Plata que ha quedado fuera de la red básica ampliada europea...

El convoy lleno de altos cargos políticos, presentes y pasados, no sirvió para que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ni sus satélites del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y Renfe, aclararan la salida que reclama León para las deudas enquistadas desde antes de que la apertura de la estación pasante dejara de actuar como una molestia que obligó a que se ejecutara el soterramiento para que los convoyes no tuvieran que salir marcha atrás en el fondo de saco. Aquella depresión de las vías, capada hasta quedar en apenas una quinta parte de trazado bajo tierra que se dibujaba en el proyecto que se vendió con profusión de publicidad política, quedó como último resultado.

Pero desde entonces, hace más de dos años, León espera por la resolución del proyecto de integración de los terrenos que quedaron en superficie después del soterramiento en la capital leonesa. Ahí, el alcalde de León, José Antonio Diez, vendió justo días antes de las elecciones municipales que se iba a ejecutar una reurbanización de entre 30 y 35 millones de euros en la que se incluía un hotel, una zona comercial aneja a la estación y la cobertura de parte de los andenes actuales. Silencio. El mismo que sufren los habitantes de Trobajo del Camino, penitentes ayer de nuevo, al borde de la vía, para reivindicar que el Gobierno les dé un tratamiento acorde al que tienen otros núcleos urbanos de Cataluña en los que el paso del tren condiciona su desarrollo.

En la misma actitud de indefinición quedan los afectados por los daños ambientales provocados por la mala planificación del Adif al calar los túneles. El estreno de la Variante de Pajares obvió la solución para los acuíferos de más de una veintena de pueblos, pero que afecta a toda la cuenca del Alto Bernesga, que se han perdido y que aún no se sabe cómo se compensarán, después de 4.000 millones de inversión.

quiñones habla de «sombras»

Las cuentas las recordó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. Juan Carlos Suárez-Quiñones recordó que esta obra es el trabajo de «muchos gobierno desde hace muchos años», tanto del PP como del Partido Socialista, aunque lamentó que se abre «con tres sombras». Hizo alusión así a los acuíferos de la provincia de León, y recordó que la obra de la Variante «ha supuesto una merma importante, con pérdidas para la biodiversidad, la riqueza, la ganadería y el territorio del norte de la provincia».

El consejero de la Junta afirmó también que «está sin esclarecer qué va a pasar con los pueblos de la antigua Rampa de Pajares, que necesitan seguir manteniendo su comunicación por tren a través de la antigua rampa y dar servicio». Señaló así que los servicios «no pueden ir a menos, tienen que ir a más». En tercer lugar, quiso recordar que esta apertura se suma a los «muchos déficits» que tienen las infraestructuras ferroviarias en la comunidad, y destacó especialmente la inversión en el Corredor Atlántico noroeste, en la conexión de León con Ponferrada, en el trazado del lazo de Pajares que «condiciona en el puerto de León hacia Ponferrada y condiciona el tránsito de mercancías y un tren digno para la ciudadanía del Bierzo».