Trece segundos en Colonia llevaron a la captura de El Pastilla
Yusef Mohamed Leherech, El Pastilla , el peligroso sicario ceutí que se fugó de la cárcel de Alcalá Meco el pasado 23 de diciembre y que fue detenido el jueves en una estación de la localidad alemana de Leipzig, en Sajonia, recibió ayuda en su huida por territorio alemán. De hecho, antes de su arresto estuvo «cobijado por una familia» en Colonia durante los últimos días. Precisamente una grabación de muy mala calidad y de tan solo trece segundos de una cámara de seguridad cercana y el filtrado de esas imágenes con la más moderna tecnología de la Policía Nacional de identificación facial fue la pista final que condujo a su captura.
Así lo ha revelado este viernes la Policía Nacional, que ha facilitado más detalles sobre el operativo conjunto de la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional y los agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal germana, que desembocó en la detención del huido.
La Policía Nacional comenzó a pisar los talones de El Pastilla a raíz de una información, que luego se comprobó como cierta, que le situaba en la ciudad francesa de Montpellier, en el sur de Francia, a unos 220 kilómetros de la Junquera, lo que abona la tesis de que el Leherech huyó al extranjero desde Cataluña. Eso sí, los agentes —reveló este viernes la Policía Nacional— antes de llegar a la pista de Montpellier trabajaron con la hipótesis que de que el huido intentara esconderse en Marruecos. De hecho, se creó un «equipo de trabajo conjunto.
La investigación con los grupos franceses de la Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos enseguida derivó a Alemania donde la BKA «captó información de que El Pastilla se encontraba «cobijado por una familia en Colonia».
Los especialistas de la Oficina Federal de Investigación Criminal localizaron esta semana la imagen de una persona «similar al fugitivo» en las grabaciones de un circuito cerrado de televisión en las proximidades del domicilio de esa familia, pero no había certeza de su identidad, sobre todo porque el sospechosos iba encapuchado y nunca levantaba la vista del su móvil.