Luto en León por uno de los dos guardias civiles arrollados por una narcolancha
David Pérez Carracedo, uno de los dos agentes fallecidos tras ser arrollados el viernes por una narcolancha en Barbate (Cádiz), era un vecino más de vacaciones en Nogarejas (Castrocontrigo) pueblo de su familia materna al que visitaba con su mujer e hijos
Barbate está a más de 800 kilómetros de Castrocontrigo. Demasiada distancia, acortada de la manera más trágica ahora por la muerte de David Pérez Carracedo, uno de los agentes arrollados por una narcolancha en la localidad gaditana. En un principio nadie, tan solo su familia, podía sospechar que el suceso en el que dos guardias civiles resultaron muertos y otros dos, heridos al tener que intentar interceptar una narcolancha de grandes dimensiones con una zodiac, podía afectarles. Pero el destino estaba marcado y este ahora héroe con tantos vínculos con el norte encontró la muerte en el sur, asesinado por esos narcos a los que ahora el ministro Marlaska promete «impunidad cero».
Esta Nochebuena David Pérez Carracedo la pasó en Nogarejas. Unos 200 habitantes en esta localidad suroeste de León suponen la entrañable cercanía de conocerse todos. Y si se da la circunstancia de que David, hijo de una vecina del pueblo de 14 hermanos, mantenía los vínculos que había fraguado toda su vida, la sensación de pena y duelo se mezcla también con la rabia, el dolor y la impotencia de las circunstancias del suceso. Porque David en Nogarejas era uno más. Unas cañas en el bar a la hora del vermú con por ejemplo el alcalde de Castrocontrigo, Olivio Campo Diéguez, que mostraba su indignación y anunciaba que se decretarán tres días de luto por la muerte de David Pérez Carracedo, mucho más que un veraneante casual. Allí fue un niño que venía de vacaciones con sus padres desde Barcelona, donde nació, un adolescente que creció y se hizo Guardia Civil vinculado a Logroño y Pamplona, su lugar de residencia actual, y que ahora visitaba su pueblo con su mujer y sus dos hijos de 8 y 10 años. La abuela, bisabuela de los pequeños, de 92 años les esperaba.
«Siempre mantuvo su contacto con Nogarejas. De pequeño, todos los veranos y vacaciones. Y ya de mayor, de padre de familia, siempre que podía venía», relata Olivio Campo Diéguez, que no puede evitar denunciar con vehemencia cómo es posible que en misiones tan peligrosas como es la lucha contra el narcotráfico se obligue a los agentes a trabajar con tan escasos medios. «Me da igual el color, que en España han gobernado todos, pero en esto no han hecho nada», decía en un más que justificado desahogo.
La familia de la madre de David son 14 hermanos y una abuela, ahora desolados y sin ser capaces de asimilar la tragedia, intuía también el regidor del municipio, demostrando ese vínculo de un pueblo con alguien que demostraba en sus visitas su amor por la tierra materna y que luego se marchaba a defender y proteger la de todos. De hecho, su padre, comisario ya jubilado es de los que elige pasar largas temporadas en León y tener a punto esa casa familiar en Nogarejas que ahora siente un vacío descomunal. Vacío que se repite en Barcelona, donde reside y trabaja su madre, o también en la capital catalana, su hermana Sandra, casada y con dos hijos de 7 y 2 años.
En Pamplona la noticia también supuso un vuelco en el corazón, tanto entre los compañeros del cuerpo, la sociedad navarra o las autoridades. Según fuentes de la Guardia Civil, el cuerpo de Pérez Carracedo ha sido llevado hasta la capital navarra para ser velado en la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, según informa la agencia EFE, además de decretar tres días de luto. De la misma manera, tal y como comunicaba ayer el alcalde de Castrocontrigo, en un dato sin confirmar, el funeral y entierro de David Pérez Carracedo, agente del Grupo de Acción Rápida (GAR), podría llevarse a cabo en su pueblo leonés.
También pone el acento la Agencia EFE acerca de las reacciones oficiales, tanto las claras divergencias como una petición unánime de más medios para luchar contra el narcotráfico en esta zona concreta de España.
clamor e indignación
Desde la Casa Real se comunicó: «Tremendamente apenados por el fallecimiento de dos guardias civiles en acto de servicio en Barbate. Nuestro más sincero pésame y cariño para sus familiares y compañeros en estos momentos tan difíciles, y nuestro deseo de una pronta recuperación para los heridos», afirman en un post en la red social X. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó en Vigo su «enorme agradecimiento» a la Guardia Civil y al resto de cuerpos de seguridad del Estado en la lucha contra el narcotráfico. En su cuenta de X ha lamentado profundamente la muerte de los agentes de la guardia civil en acto de servicio en la costa de Barbate.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigió responsabilidades políticas «al máximo nivel» en Sarria (Lugo), donde cargó contra Marlaska al preguntarse cómo es posible que por la mañana estuviese visitando el campo de Gibraltar diciendo que hay un «operativo de seguridad adecuado y suficiente» y que por la noche murieran de servicio dos guardias civiles.
Desde Santiago de Compostela, el presidente de Vox, Santiago Abascal, defendió responder con «contundencia» a los narcotraficantes. «Si toca escoger entre la vida de los guardias civiles y la vida de unos narcos», la elección es la primera, y queremos a los narcos en el fondo del mar», enfatizó.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, calificó en su cuenta de X de «canalla e inhumana» la muerte de los agentes al ser embestida su patrullera por una narcolancha y expresó su reconocimiento a la labor de la Guardia Civil «en estos duros momentos».
El Gobierno andaluz pidió que se declare a toda la provincia de Cádiz «Zona de Especial Singularidad». En una comparecencia ante los medios en Barbate, el consejero andaluz de Presidencia, Antonio Sanz, se preguntó «qué tiene que ocurrir para que se dote de medios» a la Guardia Civil, y dijo que la embarcación usada por los agentes fallecidos «no era la adecuada para luchar contra seis lanchas de narcotraficantes».