Los investigadores tratan de esclarecer quién proporcionó la cocaína rosa al niño de 14 años
La unidad judicial busca a dos jóvenes que huyeron de la escena tras grabar a Ryan poco después de beber la bebida energética con la potente droga
La unidad judicial de la Policía Nacional de Getafe (Madrid) busca a los dos jóvenes, se cree que menores, que estuvieron con Ryan y sus dos amigos en la parada de metro de Los Espartales donde, el pasado viernes por la noche, este estudiante de 14 años falleció intoxicado por la ingesta de una popular bebida energética mezclada con una potente droga.
Fuentes de la Jefatura Superior de Madrid explicaron este martes a este periódico que la investigación trata de localizar a estas personas para aclarar algunas de las grandes incógnitas que aún encierra el caso abierto. ¿Quién facilitó la cocaína rosa, la mezcla de estimulantes como ketamina y éxtasis, que provocó la sobredosis de Ryan? ¿Se trató de un macabro juego que fue grabado para ver sus efectos y viralizarlo después en redes sociales, como ocurrió durante 24 horas? Lo que ya no es un interrogante, según las pesquisas que hasta ahora han realizado los investigadores, es que no existe ningún indicio que apunte a que el adolescente muerto de un paro cardiaco consumiera el brebaje sin saber lo que había dentro. Es decir, que Ryan conocía lo que estaba haciendo, según la Policía; otra cosa es determinar si sabía la cantidad de cocaína rosa o tusi -en un primer momento se habló de hasta dos gramos, aunque este dato no está aún confirmado- que llevaba este cóctel mortal.
Con esta hipótesis se descarta de manera oficial que se trate de un homicidio doloso. "No hay ningún indicio al respecto. El consumo fue completamente voluntario", apunta un portavoz policial. Es más, el hecho elocuente es que la Policía Judicial de Getafe y no un grupo de la Brigada de Homicidios se está ocupando de las diligencias de investigación.
Cámaras y testimonios Esta versión policial, corroborada por la declaración de los amigos del fallecido, testigos presenciales, contrasta con la tesis de los padres de Ryan, que residen en el distrito de Moncloa, en Madrid capital. Están convencidos de que su hijo fue engañado por los dos jóvenes que grabaron los hechos y huyeron, ya que -han asegurado a los medios de comunicación- ni tomaba drogas ni los conocía de nada. Al parecer, los padres sí llegaron a ver el corto vídeo publicado en Instagram en el que estos se mofaban del menor cuando estaba tendido en el suelo, desmayado antes de entrar en parada cardiaca.
Además de tratar de localizar a estos dos chavales, la investigación policial sigue recabando datos con las imágenes de las cámaras de Metro Sur, el testimonio de personas que se encontraban en establecimientos cercanos al lugar, uno de los cuales asistió sin éxito a Ryan, o de los vigilantes de seguridad que se encontraban el viernes por la noche en la parada de Los Espartales.