El partido puede irse al abismo», alertan los socialistas alejados de la línea oficial
El ‘caso Koldo’ ha producido el impacto entre los socialistas de una ola de altura en un mar ya embravecido. Las voces críticas y públicas de cargos con peso en el PSOE sobre el pantanoso devenir de la legislatura, con la amnistía pendiendo de Junts y tras el descalabro en Galicia, están reducidas al de siempre —el presidente castellanomanchego, Emiliano Garcia-Page— y a una medida apelación a «reflexionar» del líder en Madrid, Juan Lobato. Pero aunque quienes disienten ‘sotto voce’ del modo en que gobierna Pedro Sánchez están fuera de los órganos de decisión y admiten su «resignación» ante la ausencia de contestación intramuros, la borrasca late en las filas socialistas con una alarma parpadeando en rojo: «El PSOE puede irse al abismo», advierte una fuente hoy muy distante de la línea oficial de su partido de siempre. «Se está produciendo una descomposición del proyecto del país para el que el partido ha sido instrumento histórico». Con la divergencia «aplastada» en la actual dirigencia del PSOE, los disidentes advierten del riesgo de minimizar el 18-F porque la pérdida de poder territorial no solo hace que los socialistas ya no puedan reivindicarse «como el partido que más se parece a España»; también acreditaría la paulatina renuncia a ser una fuerza «de mayorías», atada hoy a pactos envenenados con el independentismo.