Diario de León

El desaliento cunde en el PSOE ante una legislatura que no levanta cabeza

Ni siquiera el cerrar el pacto con Junts se percibe como eventual alivio: «Koldo se impone»

El Partido Socialista acumula fuegos que apagar tras el estallido del caso Koldo. CHEMA MOYA

Publicado por
COLPISA
Madrid

Creado:

Actualizado:

«Siempre hay una salida al final del túnel, pero esta va a ser lenta», auguraba este viernes un dirigente socialista. El estallido, el pasado 20 de febrero, del renombrado como ‘caso Koldo’ y su evolución a lo largo de la última semana -el desacato de José Luis Ábalos a la orden de dimisión de una ejecutiva que no es sino representación de las voluntades y deseos de Pedro Sánchez, las informaciones que sitúan a la expresidenta balear y hoy tercera autoridad del Estado, Francina Armengol, en una situación comprometida por su gestión del fraude sufrido por su comunidad en la compra de mascarillas a la trama, las revelaciones del sumario, la ‘tournée’ mediática del exministro...- han sumido al PSOE en la zozobra. Y la sensación de que está vez no será nada fácil sacar la cabeza para volver a tomar oxígeno empieza a tomar cuerpo.

Que el asunto pueda acabar llevándose por delante al presidente del Gobierno en el corto plazo todavía está por ver. La inmensa mayoría de los socialistas asume que Sánchez mantiene firme su intención de agotar la legislatura, pero lo que en la Moncloa no se vislumbra una estrategia para retomar la iniciativa. El escándalo de corrupción en el seno del mismo Ejecutivo que siempre ha reivindicado la moción de censura de 2018 contra Mariano Rajoy como emblema de una cruzada por la regeneración democrática ha provocado una terrible sacudida en los cimientos de un edificio ya inestable y requerido de labores de mantenimiento.

«Acumulamos ya demasiados síntomas de desgaste», apunta un dirigente territorial frustrado desde hace tiempo ante la dificultad para elevarse sobre el ruido nacional («la condonación de la deuda a Cataluña, las cesiones ante Puigdemont, la entrega de Pamplona a Bildu».) y convencido, como otros muchos, de que ni se hizo en su momento el pertinente análisis de la pérdida de poder territorial en las autonómicas del 28 de mayo el año pasado ni parece que vaya a hacerse tras el varapalo de las gallegas del 18 de febrero. La semana que siguió al hundimiento del PSdG y al reflote del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ya fue para muchos, tras la detención de Koldo García Izaguirre por el cobro de comisiones vinculadas a la compra de mascarillas durante la pandemia, «la ‘semana horribilis’» del Gobierno. Ahora hay quien se lamenta: «Ojalá se hubiera quedado en eso». La dirección del PSOE ni siquiera descarta que Ábalos, al que se pretendió hacer dimitir por responsabilidad política acabe siendo imputado y ni el hecho de que se le haya abierto un expediente de expulsión ni el de que ya no forme parte del grupo socialista hará en ese caso de demasiado escudo.

No hay nada en el horizonte, con las elecciones vascas y europeas a la vuelta de la esquina, a lo que el grueso del partido vea posible agarrarse. Los socialistas afrontan esta semana, en medio del barrizal, otro momento crítico. El jueves concluye el plazo para alcanzar un acuerdo sobre la ley de amnistía en la comisión de Justicia.

Semana crítica

El PSOE afronta una semana clave con las elecciones vascas y el acuerdo con Junts

El PP exprimirá la corrupción para desbancar al Gobierno de Sánchez

En apenas dos semanas, la legislatura se le ha puesto de cara a Alberto Núñez Feijóo. Tras la incontestable victoria en Galicia, que despejó cualquier duda sobre su liderazgo, y el consiguiente descalabro del PSOE, el vendaval Koldo García ha puesto en jaque a Pedro Sánchez. Una concatenación de sobresaltos que el PP, apartado del poder por una moción de censura argumentada sobre ‘Gürtel’, no está dispuesto a desaprovechar para apretar la soga al presidente del Gobierno y desestabilizar su mandato ante un escenario político más que incierto con la ley de amnistía en el aire.

Los populares colocan al jefe del Ejecutivo en la cúpula de la trama de corrupción, con epicentro en el Ministerio de Transportes al frente del que se encontraba su antaño fiel escudero José Luis Ábalos, y no aflojan en su denuncia de que el máximo dirigente socialista estaba «al tanto de lo que estaba ocurriendo y lo tapó». «El Gobierno está en descomposición», reflexionan en Génova, donde se frotan las manos convencidos de que el escándalo, que afecta a un círculo cada vez más próximo a Sánchez, irá a más.

La estrategia a seguir está muy medida. A diferencia de lo que pasó con el ‘Tito Berni’, principal implicado en otra trama de corrupción ligada a los socialistas por el llamado ‘caso Mediador’, el PP no va a soltar la presa y ha desplegado una ofensiva escalonada para evitar quemar todos los cartuchos antes de tiempo. Va a hacer de la investigación sobre la compra de mascarillas y el amaño de dinero público en mitad de un episodio tan trágico como la pandemia su principal arma de desgaste contra el Ejecutivo.

El principal objetivo de los conservadores es extender las implicaciones del caso a otros ministros y cargos del PSOE para arrastrar a Sánchez al abismo. Una ofensiva que llegará por «tierra, mar y aire» como hicieron cuando el Gobierno abrió la puerta a amnistiar a los encausados por el ‘procés’. En el Congreso, el grupo ha presentado ya una batería de 33 iniciativas parlamentarias y han llamado a comparecer a Bolaños y Puente.

tracking