El PP tumba los objetivos de déficit pero Montero asegura que habrá PGE
La ley no establece el procedimiento a seguir cuando el Senado veta la senda dos veces
El PP no piensa dejar margen de maniobra alguno al Gobierno en el Senado y este miércoles lo demostró al vetar por segunda vez la senda de estabilidad presupuestaria, la única iniciativa parlamentaria en la que la Cámara Alta tiene la última palabra frente al Congreso. Se trataba de un trámite imprescindible para avanzar en el diseño de las cuentas públicas para este año, aunque el veto no implica que los Presupuesto Generales del Estado (PGE) no puedan salir adelante.
Lo cierto es que el voto en contra de los populares —también lo hicieron los senadores de Vox— abre un escenario inédito. La ley no establece el procedimiento a seguir cuando el Senado veta consecutivamente la senda de estabilidad y de ahí que la vicepresidenta primera se apoye en un informe de la Abogacía del Estado que, según dijo ayer María Jesús Montero, permitiría basar las cuentas públicas en la senda de estabilidad enviada a Bruselas el pasado mes de abril.
El PP, por su parte, denuncia que dicho dictamen «no se ha hecho público» y cree que el Gobierno no tiene más salida que prorrogar los Presupuestos del pasado año. Lo cierto es que es una fórmula que nunca se ha utilizado, pero Montero quiso dejar claro ayer en su intervención que el veto constante de los de Alberto Nuñez Feijóo «no impedirá» que haya nuevas cuentas públicas. De lo que sí advirtió Montero es que su negativa «supondrá restar capacidad de gasto por casi 5.000 millones de euros a comunidades autónomas y ayuntamientos». Ambas sendas -la rechazada hoy y la que el Gobierno pretende utilizar ahora- tienen el mismo objetivo global, un 3% de déficit público para 2024; sin embargo, la enviada a Europa es más exigente en el reparto con comunidades y consistorios. En concreto, las primeras deberían cerrar el año en equilibrio presupuestario mientras que las entidades locales deberían obtener dos décimas de superávit (en lugar de un déficit del cero por ciento.