Junts plantea las elecciones catalanas como un «dilema» entre «Puigdemont o Sánchez»
Los neoconvergentes descartan el regreso del expresidente catalán en plena campaña y lo sitúan entre julio y agosto
La precampaña electoral en Cataluña ha subido el telón con fuerza. A poco más de un mes para que las urnas se abran, todos los partidos diseñan la hoja de ruta a seguir sin perder de vista lo que hace el adversario para rascar voto allá donde se pueda. En el caso de Junts, cuyas siglas han sido barridas en favor de una campaña personalista de Carles Puigdemont, que se juega su regreso tras años prófugo en Bélgica, mira con recelo hacia el PSC y su líder Salvador Illa, que pueden arrebatarle a parte de su electorado. De ahí se entiende que el secretario general de la formación, Jordi Turull, disparase este jueves contra el candidato socialista, a quien tildó de «delegado del Gobierno» —porque hará, entienden, lo que le pidan desde la Moncloa—, y plantease los comicios como un «dilema» entre «Puigdemont o Pedro Sánchez». «El 12 de mayo va de decidir o que decidan por nosotros. Está en juego el futuro de la nación», afirmó.
El exconsejero de la Presidencia pidió el voto de los soberanistas y también de los no independentistas, como garantía de la defensa de los intereses de Cataluña y para reforzar la posición negociadora catalana en la mesa de Ginebra con el PSOE. Situó, además, un posible regreso del expresidente catalán entre el mes de julio y agosto. Se decantó por esta fecha, ya que cree que las negociaciones para la investidura se alargarán, como en las ocasiones anteriores, y las partes agotarán los plazos. Puigdemont se ha comprometido a regresar, como principal reclamo para las elecciones catalanas, si tiene los apoyos necesarios para ser investido jefe del Ejecutivo autonómico. Pero no retornará antes, aunque el gesto causaría un fuerte impacto en la contienda y podría ayudar a su partido a obtener un mejor resultado. «Su compromiso es volver para ser investido», aseguró Turull. «Lo planteamos —dijo— como una victoria de país» y «no de partido».
El dirigente nacionalista está convencido de que Puigdemont debería poder regresar gracias a la ley de amnistía, aunque no descartó que los jueces puedan hacer alguna «bestialidad». De ser así, advirtió, tendría respuesta por parte del movimiento independentista. «La justicia española -señaló- tiene una oportunidad de ganarse un cierto crédito en el ámbito europeo». Según el argumento utilizado por los neoconvergentes, si la formación obtiene un resultado espectacular, los jueces lo tendrán más difícil para evitar el retorno del expresidente catalán.
Referéndum pactado
Turull desveló también que la idea de su partido es formar un Gobierno «netamente independentista», con el apoyo de Esquerra y la CUP para la investidura, cuyo objetivo sería «acabar el trabajo» iniciado en 2017 con el ‘procés’, es decir, culminar la secesión, aunque también pone el acento en cuestiones sectoriales como la fiscalidad, la educación o la inmigración. Por ello, desde la formación neoconvergente defienden la celebración de un referéndum, como el que ha puesto esta semana sobre la mesa el presidente de la Generalitat.
Por su parte, el presidente de la Generalidad, Pere Aragonés, desoyó este jueves las críticas de Junts por no pactar la propuesta de referéndum y volvió a defenderlo, pactado con el Gobierno a partir del artículo 92 de la Constitución. Para ello, instó a los socialistas a poner su planteamiento de resolución del conflicto sobre la mesa.
Está dispuesto, dijo, a contrastar iniciativas, ya sea un nuevo Estatut, otro tipo de desarrollo, una reforma constitucional o un referéndum sobre el futuro de Cataluña. «Lo que sería una novedad es que los socialistas tuvieran una propuesta para Cataluña».
Aragonès replicó al presidente del Gobierno, que la víspera desdeñó sus planes sobre un referéndum pactado, que debería «escuchar más las propuestas» de Esquerra ya que fue investido gracias a sus votos. Advirtió también a Sánchez de que lo que determina la continuidad de un Gobierno «es cumplir los acuerdos de investidura», en lo que se refiere a la financiación de Cataluña y a la búsqueda de una salida al conflicto catalán. Y hay, recordó, «un compromiso firmado» que dice que se ha de abrir «una nueva fase del proceso de negociación para escuchar las propuestas de futuro de Cataluña y la relación con España».