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La financiación vuelve al debate en Cataluña: del pacto fiscal a la reforma del modelo
El debate sobre la financiación ha vuelto al primer plano de la actualidad tras quedar eclipsado durante los años del 'procés' con el impulso de ERC que, desde el Govern, lanzó su propuesta para que Cataluña recaude todos los impuestos y pague después al Estado por los servicios que le presta.
Presentada por el presidente catalán, Pere Aragonès, con los comicios del próximo domingo recién convocados, la propuesta ha impactado en la compaña electoral, veinte años después de que esta materia empezara a acaparar las portadas de los medios con la discusión sobre la reforma del Estatut.
Con el actual modelo de financiación autonómica, vigente desde 2009 y pendiente de renovación desde 2014, Cataluña ocupa la décima posición en cuanto a recursos recibidos (la número 14 si se tiene en cuanta el coste de la vida) pese a ser una de las comunidades que más aporta.
Cataluña, la comunidad que más aporta por habitante
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, correspondientes a 2021, Cataluña fue, por duodécimo año consecutivo, la autonomía que más recursos aportó por habitante, en concreto, 3.153 euros, un 17,7 % más que la media, y recibió menos que la media del Estado (2.848 euros por persona, un 2,1 % menos).
El director del servicio de estudios de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Ramon Rovira, ha asegurado, en declaraciones a EFE, que ha llegado el momento de que los partidos aborden de una vez por todas la reforma del sistema de financiación, sobre todo después de que el mundo económico y empresarial catalán haya sido capaz de poner sobre la mesa una propuesta consensuada, algo "inédito".
"Nosotros hemos escrito la partitura genérica pero alguien tiene que tocar la música", ha subrayado.
Esta propuesta defiende que la Generalitat aumente su capacidad para gestionar los impuestos que se recaudan en Cataluña y ofrece varias posibilidades: desde la más ambiciosa de un pacto fiscal hasta diferentes tipologías de modelos federales o la reforma en profundidad del actual modelo autonómico.
"El principal defecto del actual sistema de financiación es que no respeta el principio de ordinalidad, de tal manera que comunidades que aportan más de la media pueden acabar recibiendo recursos por debajo de la media y eso no es aceptable", ha dicho Rovira.
Por ello, cualquier modelo alternativo debería -ha apostillado- respetar como mínimo este principio y acotar de alguna manera la solidaridad entre comunidades.
Las propuestas de los partidos
La propuesta "singular" lanzada por ERC reclama que la Generalitat recaude directamente los cerca de 52.000 millones de euros que Cataluña colecta a través de impuestos, como ya hacen el País Vasco y Navarra, comunidades que tienen un sistema foral diferente al régimen común.
Después, la administración catalana transferiría al Estado una cantidad destinada a compensar los servicios que lleva a cabo en Cataluña (como algunas infraestructuras, la diplomacia o la defensa), mientras que se establecería una cuota de solidaridad con las autonomías más pobres.
En estos momentos, la Generalitat solo recauda un 9 % de estos 52.000 millones. La Agencia Tributaria Estatal cobra el resto y el Ministerio de Hacienda transfiere después a las autonomías ciertos tributos cedidos y el 50 % del IVA y el IRPF.
La propuesta de ERC, a la que se ha opuesto ya el Ejecutivo de Pedro Sánchez con el argumento de que cualquier avance debe realizarse "con el conjunto de las comunidades", no concreta cómo deberían calcularse las transferencias al Gobierno, y deja este extremo en manos de una negociación entre el Ejecutivo central y el autonómico.
El favorito en las encuestas para ganar las elecciones, el candidato del PSC, Salvador Illa, se ha comprometido a trabajar para "corregir" la actual situación fiscal para Cataluña y ha puesto énfasis en que el sistema de financiación autonómica respete el principio de ordinalidad, una cuestión que es clave también para los Comunes.
El exministro rechaza la financiación singular de ERC, pero considera necesario cambiar la situación que convierte a Cataluña en la tercera autonomía que más aporta y la decimocuarta en recepción de recursos.
Junts, el antiguo socio de ERC en el Govern y actual adversario electoral, defiende un modelo de financiación para Cataluña "propio" y no "singular".
Este modelo pasaría por recaudar todos los impuestos y tener también toda la capacidad normativa, ha avanzado la formación independentista que lidera Carles Pugidemont y que se opone al "café para todos".
Por su parte, el PP catalán aboga por un acuerdo sobre financiación entre todas las comunidades autónomas, y Vox y Ciudadanos solo plantean una mejora del modelo autonómico en un negociación multilateral, mientras que la CUP sostiene que la Generalitat solo podrá gestionar todos los impuestos si Cataluña es independiente.
El mundo económico y empresarial hacen frente común
La propuesta del mundo económico y empresarial catalán ha sido consensuada por las patronales Foment del Treball y Pimec, FemCAT, el Cercle d'Economia, el Colegio de Economistas, Barcelona Global y las 13 cámaras de comercio catalanas, entre otros.
Además de defender que la Generalitat aumente su capacidad para gestionar tributos, estas entidades reivindican que se tenga en cuenta el coste de la vida y el PIB de cada territorio a la hora de repartir los recursos, y que el sector público del Estado aumente sus inversiones en Cataluña e incremente el grado de ejecución.
En el manifiesto que han firmado sostienen que el sistema actual "no es ni transparente, ni equitativo, ni eficiente" y representa "un obstáculo importante" para el progreso económico y el bienestar de Cataluña.
El modelo de financiación actual
El sistema de financiación autonómica funciona mediante dos procesos: las entregas a cuenta, que es dinero que el Estado da a las comunidades autónomas en función de lo que se prevé que ingresen, y una liquidación que se entrega tras conocer los ingresos reales.
Siguiendo este modelo, las comunidades del régimen común recibirán este 2024 en conjunto 154.467 millones de euros, una cantidad récord que supone un 14,9 % más que el año anterior, con un objetivo de déficit del 0,1 % del PIB.
El Ministerio de Hacienda publicó el pasado mes de marzo la primera tanda de datos para calcular las balanzas fiscales de las comunidades autónomas en el marco del cumplimiento de las exigencias de Junts y ERC para respaldar la investidura de Pedro Sánchez.
La Generalitat estima, a través de cálculos propios, que el déficit fiscal con el Estado (la diferencia entre lo que reciben y lo que entregan los catalanes) se elevó en 2021 hasta los 21.982 millones de euros, lo que equivale al 9,6 % del PIB catalán.