Diario de León

Familia palestina en León: «Deben romper relaciones con Israel»

Needa y Ramzi Albayrouti con sus hijos Ahmed y Adam y su hija Salma. FERNANDO OTERO

León

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El fin de la guerra en Palestina y la detención de Netanyahu por el genocidio en Gaza son las dos noticias que le gustaría dar a Ramzi Albayrouti, periodista palestino que llegó a España en noviembre de 2022 con su hija menor, Salma, para que la niña, entonces de cuatro años, fuera operada de una rodilla.

Después de meses de insistir en la embajada, la familia logró reagruparse y llegó Nedaa con los dos hijos mayores del matrimonio, Ahmed y Adam. Ahora son vecinos de León. No se imaginaban que la Gaza que dejaron atrás empezaría a ser destruida medio año después. «Hemos vivido al menos cinco guerras, pero esto no es una guerra, es un genocidio»,

La enésima ofensiva de Israel, tras el atentado del 7 de octubre, ha arrasado con la franja de Gaza, su casa. Más de 35.000 personas, 12.000 de ellas niños y niñas, han fallecido desde octubre por las bombas que arroja Israel. Unos ataques sin precedentes, pero no nuevos: "El régimen de Israel ha destruido Gaza varias veces antes del 7 de octubre, sin motivo y sin razón", señalan. 

El reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España es una «buena noticia» para esta familia palestina. «Tiene todo nuestro respeto. Es un paso muy importante pero deben plantearse romper relaciones con Israel —comerciales, de intercambio de estudiantes— basándose en la masacre que está cometiendo en Gaza y porque Europa apoyo los derechos humanos, independientemente de su raza, religión o color», subrayan Needa y Ramzi.

La familia está expectante por las consecuencias que pueda tener en su vida cotidiana el paso que ha dado España. «No sé si va a afectar al reconocimiento de nuestros títulos de universidad», o para agilizar el papeleo que ha aceptado a media familia como refugiada en España —el padre y la niña— mientras la madre y los dos niños varones están con la ‘tarjeta roja’ de solicitantes de protección internacional. Pero sobre a que cada vez que les preguntan por su nacionalidad en organismos oficiales no se encuentren con que «Palestina no lo tienen en el ordenador y nos quieran poner Israel. Prefieron me que pongan sin patria», dice Ramzi. La familia Aibayrouti fue acogida por Accem y en la segunda fase pasaron al programa de Protección Internacional de San Juan de Dios, que les dio acceso a una vivienda. Needa y Ramzi van a clases de español al centro de La Fontana. «El trabajo es lo más importante. Estamos empezando de cero y no queremos seguir con ayudas», señalan.

Ramzi ha trabajado 17 años como periodista en distintos medios. Needa era ingeniera informática en el Ministerio de Salud. «Aquí he hecho cursos de almacén y hostelería». dice Ramzi. «Yo hice un curso de seguridad informática con San Juan de Dios», dice Needa.

Viven pendientes de su familia en Gaza: «Están sobreviviendo en la calle». «Mis primeros tienen que caminar más de un kilómetro para buscar agua», dice el niño mayor. «Bajo las bombas», añade la madre. Les gustaría poder traer a su familia pero son muchos y las mafias cobran entre 2.500 y 13.000 euros por persona. Hay precios diferentes para hombres, mujeres y niños. El silencio que hay sobre Palestina les duele mucho: «En México hay cuatro muertos y todo el mundo mira allí. De Palestina no se sabe nada». También echan en falta gestos en los políticos locales: «El alcalde de León dio la bienvenida a las personas de Ucrania, pero de Palestina no dice nada».

Nedaa y Ramzi defienden el derecho a la resistencia del pueblo palestino. "Es un derecho para toda la gente en países que están bajo la ocupación, nadie puede robar tu casa y tu tierra y quedarte con los brazos cruzados".

Bajo las bombas

«Me da pena de mis primos. Tienen que caminar más de un kilómetro a por agua»
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