La campaña europea eleva la tensión política entre los socios de Gobierno

Fuego amigo en la recta final de la campaña de las elecciones europeas. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, abandonó este domingo definitivamente la estrategia de tratar con guante de seda a su socio de Gobierno en los mítines y dedicó gran parte de su intervención en un acto de Sumar en Sevilla en cargar contra el PSOE.

La vicepresidenta criticó que los socialistas se reivindiquen como «zurdos» y llamen a votar el próximo 9 de junio «contra la derecha y la ultraderecha», mientras, afirmó, «gobiernan con el PP en Europa».

Hay preocupación en todo el espacio político situado a la izquierda del PSOE, que incluye desde la quincena de organizaciones que forman parte de Sumar hasta Podemos, por la estrategia de Sánchez de forzar la maquinaria para fagocitar a sus respectivos electorados. Sobre todo en cuestiones icónicas para la izquierda como el reconocimiento del Estado palestino o, incluso, en convertirse en la diana de las críticas de la derecha internacional, como el caso de los presidentes de Argentina, Javier Milei, o de Israel, Benjamín Netanyahu. Una circunstancia que, lejos de restar apoyos, creen que puede ser provechosa para los objetivos de los socialistas.

En esa línea, Díaz está endureciendo su tono, otrora respetuoso con el socio de coalición, para evitar perder terreno frente a los socialistas. El sábado convirtió el «a la mierda» que le captó un micrófono abierto durante la sesión de control celebrada el miércoles en el Congreso en un eslogan electoral para su partido, cartelería incluida. Pero este domingo dio un paso más allá y situó a Ferraz en el centro de sus críticas. «Son zurdos, pero no quieren no quieren subir el Iprem (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). Son zurdos, pero el compañero (Pablo) Bustinduy sudó la camiseta para imponer una sanción que es histórica a las aerolíneas por abusos flagrantes en España», zanjó. La candidata del PSOE, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, por su parte, mantiene centrado su argumentario en tratar de convertir las elecciones europeas en un nuevo plebiscito contra lo que denominan como «internacional ultraderechista». La dirigente socialista participó este domingo en un acto de campaña en Lleida, junto con el líder del PSC, Salvador Illa, y en su caso evitó confrontar con Sumar y dirigió sus mensajes al líder del PP.