Muere Cristina Alberdi, ministra de Asuntos Sociales en el último Gobierno de Felipe González
Primera mujer en formar parte del Consejo General del Poder Judicial, renunció al PSOE por las cesiones de Zapatero hacia Cataluña
Cristina Alberdi, ministra de Asuntos Sociales en el último Gobierno de Felipe González (1993-1996), falleció este jueves a los 78 años. Nacida en la localidad sevillana de Los Rosales, Alberdi estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. Se licenció en 1968, tras lo que comenzó su carrera como abogada en la última etapa de la dictadura franquista, siempre desde sus convicciones profundamente feministas. En 1985 se convirtió en la primera mujer en ser elegida vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Su salto a la política se produjo en 1993 después de que el PSOE perdiera la mayoría absoluta que había mantenido desde 1982. Felipe González, acuciado por los casos de corrupción en la administración socialista, renovó el Gobierno con caras nuevas. Una de ellas fue la de Alberdi, que se hizo cargo de la cartera de Asuntos Sociales. Tras el fin de la 'etapa González', la exministra siguió vinculada a los socialistas como diputada y presidenta del partido en Madrid.
Ruptura con el PSOE A partir de 2000 las diferencias de Alberdi y el PSOE se fueron acrecentando, hasta el punto de hacer la convivencia insostenible. En 2003 la dirección del partido comandado por José Luis Rodríguez Zapatero le abrió un expediente disciplinario por sus "continuas deslealtades". Jesús Caldera, por entonces portavoz parlamentario del partido, animó a la exministra a abandonar su escaño y la formación socialista para afiliarse al PP. Alberdi le respondió: "Yo también puedo decirle a Caldera que a mí me parece que él se ha radicalizado tanto que debería afiliarse a Izquierda Unida".
El 17 de diciembre de 2003 Alberdi anunció su salida del PSOE ante la postura del partido respecto a Cataluña. En su carta de dimisión enviada a Zapatero, denunció el "oportunismo del PSOE para "conseguir a corto plazo cotas de poder" y la abdicación de sus "obligaciones ante la magnitud del desafío nacionalista".