MARTA FERRUSOLA
Marta Ferrusola fallece a los 89 años
Marta Ferrusola, esposa del expresidente de la Generalitat de Cataluña Jordi Pujol ha fallecido este lunes a los 89 años, según han confirmado a EFE fuentes cercanas a la familia.
Marta Ferrusola, empresaria y esposa de Jordi Pujol, quien fuera presidente de la Generalitat durante casi un cuarto de siglo, murió este lunes a los 89 años, según confirmaron fuentes de la familia a varios medios catalanes. Sufría una larga enfermedad degenerativa desde 2018 (en concreto, alzhéimer) y por ese motivo prácticamente se había retirado de la vida pública en los últimos años.
Fuentes de su entorno señalaron que su estado físico se había agravado en los últimos meses tras sufrir una caída en su domicilio familiar que le fracturó varios huesos, además de recibir un golpe fuerte en la cabeza. No obstante, el fallecimiento se habría debido en última instancia a una neumonía que había cogido recientemente. Nacida en Barcelona en 1935 -aunque su familia era originaria de Ripollès-, era la mayor de los tres hijos de un matrimonio de dependientes de una tienda de ropa. Conoció a Jordi Pujol a través de una las hermanas de éste, Marta, con la que coincidió en una agrupación religiosa. Se casaron en 1956 y tuvieron 7 hijos: Jordi, Marta, Josep, Pere, Oriol, Mireia y Oleguer.
Influencia sobre su marido Una vez que su marido fue ascendiendo en Convergencia, luego fusionada en CiU, y logró convertirse en president catalán, Ferrusola no fue una simple consorte ajena a la política. Más allá de algunos cargos menores en CDC y una agenda pública relativamente discreta, en medios políticos se destacó siempre su influencia sobre su esposo, hasta el punto incluso de que habría dado el visto bueno al nombramiento de algunos consejeros autonómicos e incluso al sucesor de Pujol al frente del partido y de la propia Generalitat después tras 23 años en el poder, Artur Mas. "Això és una dona" ("eso es una mujer") llegaron a decir de ella algunos de los más fieles partidarios pujolistas.
La matriarca del clan Pujol o 'Primera Dama catalana', como la conocían algunos, era de férreas convicciones religiosas y posiciones claramente conservadoras. Tanto sus actos -por ejemplo, asistió a la canonización de José María Escrivà de Balaguer, fundador del Opus Dei- como sus palabras así lo demuestran. Entre sus declaraciones polémicas, algunas sobre los inmigrantes, a los que reprochaba dedicarse solo a tener hijos y únicamente decir "dame de comer", pero no hacerlo en catalán. También fueron controvertidos algunos de sus comentarios sobre determinados políticos, sobre todo tras perder en 2003 las elecciones CiU y hacerse con el Gobierno catalán un tripartito de izquierdas encabezado por el PSC de Pasqual Maragall. Ferrusola dijo entonces que se sentía "como si me hubieran entrado a robar a casa" y posteriormente criticó solo por su origen al que también fuera president bajo las siglas de los socialistas catalanes, José Montilla: "Un andaluz que tenga el nombre en castellano, sí, molesta mucho, mucho. Y además, pienso que el presidente de la Generalitat tiene que hablar bien el catalán".
Investigación patrimonial Pero donde se la vio más emocional en sus ataques verbales fue a la hora de defender a su familia, sobre todo tras la causa abierta por la Audiencia Nacional para esclarecer el enriquecimiento presuntamente ilícito del clan, depósitos andorranos mediante. En dicha causa se incluyó abundante información contable que apuntaba esos manejos -sobre todo, supuesto blanqueamiento de capitales- como, por ejemplo, unas anotaciones donde ella misma se identificaba como "madre superiora de la Congregación" para, entre 1995 y 1998, hacer transferencias a cuentas del Principado.
Según la investigación policial, la matriarca usaba una jerga religiosa para tratar de ocultar sus verdaderas intenciones por motivos fiscales. Así, solicitaba trasladar "dos misales de su biblioteca al cura de la parroquia", lo que según los agentes significaría que pedía a su hijo Jordi trasferir dos millones de las antiguas pesetas (unos 12.000 euros). Ella mismo estuvo investigada en esa causa, donde precisamente se conoció que padecía alzhéimer a raíz de un escrito que su abogado presentó en 2021 para lograr que por motivos de salud se archivasen las actuaciones sobre ella.
El caso, no obstante, sigue abierto en la Audiencia Nacional con Jordi Pujol padre imputados por los presuntos delitos de fraude fiscal, blanqueo de capitales, falsedad documental y organización criminal por presuntamente esconder más de 70,4 millones de euros a la Hacienda Pública. Una vez que la Sala de lo Penal confirmó el procesamiento de la mayoría de los miembros del clan familiar, el Juzgado Central de Instrucción número 5 instó a la Fiscalía y a las acusaciones a presentar sus escritos de calificación, penúltimo trámite antes de elevar la causa a juicio oral, aunque la vista tardaría más de un año en celebrarse.