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PRINCESA LEONOR

El día en que el rey Juan Carlos envió al "niño" a estrenarse en el extranjero

Carlos Pérez Gil

En la imagen, almuerzo en el club naval, acompañado del Presidente colombiano, Belisario Betancurt, y del Presidente del Gobierno español, Felipe González. EFE

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Carlos Pérez Gil

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“Siempre guardo un especial recuerdo de aquel momento”, es la impresión que a Felipe VI le dejó el primer viaje oficial que hizo al extranjero como príncipe, que, con quince años, le llevó a Colombia el 1 de junio de 1983 tras la decisión de Juan Carlos I de representar a la Corona en los actos por el 450 aniversario de Cartagena de Indias.

Esta frase la pronunció en mayo de 2023 en el discurso que ofreció con motivo de la visita de Estado del presidente colombiano, Gustavo Petro, a Madrid, en el que rememoró su estreno fuera de España, un hito que protagonizará la princesa Leonor en Lisboa mañana, viernes.

Hace casi ocho años, en octubre de 2016, el rey regresó a la ciudad colonial con motivo de la Cumbre Iberoamericana, donde se retrotrajo a 1983: “Aquí comenzó mi vínculo, mi interés por conocer y comprender, y mi cariño y pasión por América (…) Son imágenes y recuerdos personales, verdaderamente emocionantes y entrañables, que siempre guardaré en mi memoria”.

Después de que en octubre de 1981 Felipe de Borbón pronunciara su primer discurso en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias en Oviedo, el rey Juan Carlos consideró preparado a su hijo para afrontar su primera cita internacional con el presidente del Gobierno, Felipe González, de acompañante.

“Me llamó con anticipación y me dijo: ‘te envío al chaval, cuídamelo, que es apenas un niño”, desveló en 2014 Belisario Betancur, presidente de Colombia en 1983 y fallecido en 2018, la conversación que mantuvo con don Juan Carlos.

A esa llamada siguió otra en la que la reina Sofía pedía a la esposa de Betancur, Rosa Helena, que “cuidara” del príncipe”. “Pues es un bebé y no tiene de merecer”, relató el exmandatario colombiano al periódico El Tiempo poco antes de la proclamación de Felipe VI.

El heredero voló en un Mystere Falcon 50, recién comprado por el Gobierno español, acompañado por el jefe de la Casa del Rey, Nicolás Cotoner, y el secretario, Sabino Fernández Campo.

Le despidieron en el aeropuerto de Barajas el número dos del Ejecutivo, Alfonso Guerra, y el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, aunque en el último momento, antes de subir al avión, apareció un vehículo con la reina Sofía a bordo para sumarse al adiós.

En Colombia, con traje azul oscuro y el Toisón de Oro en la solapa, aterrizó el jet oficial a las 10.30 horas en medio de un intenso calor.

Betancur aguardaba a la darle la bienvenida junto a González y su esposa, Carmen Romero, quienes se habían desplazado desde Madrid en otro avión.

La estancia en Cartagena de Indias se prolongó durante unas treinta horas, con una intensa agenda que incluyó un encuentro con la colonia española, una cena ofrecida por el presidente con un millar de invitados en el Baluarte de San Ignacio y un paseo por el centro histórico, donde se alojó en la Casa de Huéspedes Ilustres.

También una ofrenda floral ante la estatua del fundador, el español Pedro de Heredia, y un castillo de fuegos artificiales en homenaje al ‘principito’, como le denominó la prensa local, cuya presencia generó una notable expectación en las calles.

Además del simbolismo del viaje, a Felipe de Borbón le dejó huella el trato “casi paternal” que le brindó Betancur, quien acudió a su boda en 2004 con Letizia Ortiz.

De la visita de fue testigo el escritor Gabriel García Márquez, quien alabó ante la prensa la manera de desenvolverse: “Pueden estar ustedes orgullosos de su príncipe. Ha cumplido el encargo de su padre y nos enorgullece que sea aquí, en Cartagena, donde haya tenido su première internacional".

Colombia fue el debut en el exterior del heredero, aunque su primera parada en América fue en la víspera en Santo Domingo, donde estuvo apenas unas horas, recibido por el presidente dominicano, Salvador Jorge Blanco, en el Palacio Nacional.

Desde entonces, don Felipe ha protagonizado más de un centenar de viajes oficiales a Latinoamérica, a la que lleva “en lo más hondo del corazón”, de los que 85 han sido para asistir a tomas de posesión de mandatarios, 16 de ellas como rey.