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Begoña Gómez se niega a declarar y lleva al límite la tesis de que es víctima de una conjura

Vox anuncia que pedirá el interrogatorio de Sánchez como testigo

Un grupo de personas protesta en las inmediaciones de los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid donde Begoña Gómez acudió a declarar. ZIPI ARAGÓN

Publicado por
Melchor Sáiz-Pardo/ Javier Arias Lomo
Madrid

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Begoña Gómez guardó silencio este viernes ante el juez Juan Carlos Peinado en su segunda cita con la justicia en apenas dos semanas. En realidad, era lo más probable. Negarse a declarar era la estrategia más coherente con la tesis de la defensa de Gómez de que todo el proceso contra ella no es más que una «investigación prospectiva» sin pies ni cabeza, que realmente es parte de una conjura política de la ultraderecha, tal y como defiende su marido, Pedro Sánchez. Una causa general en la que simplemente se escudriña sobre «todos los actos y conductas de mi representada desde que su cónyuge es presidente del Gobierno» en busca de alguna irregularidad, sea la que sea, tal y como explicó el letrado de la investigada, el exministro socialista del Interior Antonio Camacho.

El silencio de Gómez ante el magistrado que le acusa de tráfico de influencias y corrupción en los negocios y la brevísima intervención de Camacho ante el juez -apenas unos segundos para anunciar que su cliente no iba a declarar- contrastó con la locuacidad del letrado ante las cámaras que le esperaban a la salida de los juzgados de Plaza de Castilla, donde, allí sí, el exministro hizo el alegato que evitó hacer ante el magistrado, En cuanto Gómez, que apenas estuvo media hora en total en la sede judicial, abandonó el edificio de Plaza de Castilla por el garaje y evitando el odiado ‘paseíllo’, el exministro se explayó. En la acera, y no en el juzgado, detalló que la esposa del jefe del Gobierno no ha declarado «no porque tenga algo que esconder», sino por recomendación de su abogado, que no ve las suficientes garantías en la actuación del magistrado Peinado. «Se trata de una investigación expansiva donde las garantías de mi defendida no están como deben estar en un estado de Derecho», clamó ante los periodistas Camacho, dejando claro que fía en buena parte su estrategia en este proceso a la batalla por el relato fuera de los muros del tribunal. «Es obvio que un juez de instrucción no puede investigar cualquier cosa», apostilló.

«Proceso sin contenido» «Este procedimiento se ha quedado sin contenido», apuntó el letrado en referencia al hecho de que la Fiscalía Europea se haya quedado con la investigación de los más de 10 millones de euros que recibió en contratos de la administración central el empresario Carlos Barrabés, tras las carta de recomendación de Gómez, y que fueron los hechos contenidos en la denuncia que dio origen a estas diligencias previas.

«No entendemos qué guía al juez en este procedimiento», abundó Camacho, dando a entender que a Peinado le mueven motivaciones espurias, unas acusaciones que viene haciendo de forma más o menos velada desde hace semanas en sus recurrentes escritos al juzgado pidiendo directamente al instructor que dé carpetazo a su investigación. «Ya son cinco acusaciones populares las que están en la causa y sus escritos no han aportado nada», se quejó Camacho, que también desde hace tiempo ve en esos colectivos, todos escorados a la zona más conservadora del espectro político, el motor de la supuesta cacería a la que se está sometiendo a su patrocinada.

Precisamente una de esas acusaciones popular, la de Vox, anunció que el silencio de Gómez tiene que tener una respuesta en la citación como testigo del presidente del Gobierno. «La mujer de Pedro Sánchez se ríe de los españoles al negarse a dar explicaciones amparándose en su derecho a no declarar» explicó el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé, quien anunció que la petición del interrogatorio de Sánchez es para aclarar «de qué hablaron en Moncloa y a cuántas empresas ha llamado para facilitar el trabajo de su mujer». «Los españoles necesitan explicaciones sobre qué ha sucedido en Moncloa y si no lo hace su mujer, tendrá que hacerlo Sánchez», abundó Buxadé en la sede de Plaza de Castilla.

Más allá de las consecuencias jurídicas que tenga la negativa a declarar y al margen de que el silencio de Begoña Gómez desde luego no parece que vaya a acortar el ‘vía crucis’ que este procedimiento está suponiendo para el PSOE y el Gobierno, lo cierto es que esta estrategia de la investigada y su letrado de no responder al juez libra a la mujer de Sánchez, por el momento, de tener que meterse de lleno en el último charco de este procedimiento: las acusaciones veladas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) de «apropiación indebida» del software que se desarrolló en su cátedra.

El exvicerrector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Juan Carlos Doadrio, el responsable académico que supervisó la cátedra de Transformación Social Competitiva que codirigía Begoña Gómez, afirmó este viernes ante el juez que fue el actual rector, Joaquín Goyache, el que le dio una orden expresa de crear una cátedra para la esposa del presidente del Gobierno.

Sin embargo, no se sabe si la orden llegó antes o después de que Goyache se reuniera con Begoña Gómez en la Moncloa.

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