Diario de León

Sánchez cierra su gira con promesas pero sin soluciones inmediatas a la migración

El presidente ofrece un balance «positivo» de sus pactos de migración circular frente a las críticas del PP y su socio Sumar

Pedro Sánchez con el presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, ayer. JEROME FAVRE

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CRISTINA CÁNDIDO
Madrid

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Pedro Sánchez regresó ayer de Dakar tras su minigira de tres días por Mauritania, Gambia y Senegal enarbolando la bandera de una inmigración «ordenada» y «regular». El asunto ha tenido más relevancia en la política nacional que la puramente bilateral con estos gobiernos africanos. Los memorándum alcanzados en materia de migración circular han sido celebrados por el Ejecutivo como un hito y rechazados frontalmente por el PP, que no reconoce en estas medidas una solución eficaz contra la presión migratoria que sufren Canarias o Ceuta. Y la medida «imprescindible» que ve Sánchez en las deportaciones ha abierto una grieta en las relaciones con su socio Sumar.

El presidente del Gobierno, que al igual que en Nuakchot y Banjul no admitió preguntas de los periodistas tras su declaración institucional con su homólogo senegalés Bassirou Diomaye Faye, enmarcó su discurso en la refriega política que han mantenido esta semana Gobierno y oposición extremando sus posiciones y alejando toda posibilidad de alcanzar un pacto para reformar la ley de extranjería.

Ante la oleada de críticas de estos días, Sánchez intentó en su última comparecencia aclarar la estrategia del Gobierno. Hizo un balance «muy positivo» de su viaje, agradeciendo el «gran esfuerzo» de los tres Ejecutivos africanos para frenar la inmigración irregular y mostrar la disposición del Gobierno español para crear «nuevas oportunidades de desarrollo económico» en estos países, contribuir a reforzar sus capacidades en materia de seguridad y «ofrecer alternativas» como pueden ser los programas de migración circular. En un discurso medido, Sánchez recalcó los beneficios de una migración ordenada. «Nos vacuna contra quienes hacen de la migración irregular un negocio, como por desgracia hacen las mafias, y frente a quienes utilizan esa migración irregular como una excusa para extender el odio y la xenofobia en nuestras sociedades». Un mensaje que llega después de que el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, le acusara de alentar el «efecto llamada» al defender que España necesita de la migración regular y que varios miembros del Gobierno entraran al choque acusando a los populares de abrazar los argumentos de la ultraderecha de Vox sobre inmigración.

Ayer, el líder socialista evitó referirse a los retornos irregulares que el miércoles calificó de medida «imprescindible» para desincentivar a las mafias y la llegada de cayucos a las costas españolas. Pero la cuestión no pasó inadvertida ni para el PP ni para su socia en la coalición del Gobierno, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que reaccionó al optimista balance de Sánchez al viaje.

«Seguir las mismas recetas en migración que la derecha es un fracaso y un error. Nuestras políticas tienen que ser de acogida y de solidaridad, no de deportaciones masivas. Hablamos de derechos humanos», defendió Díaz en un mensaje en la red social X. Desde su punto de vista, la medida «más acertada» en materia migratoria empieza por «apoyar la iniciativa legislativa popular (ILP) en el Congreso y regularizar a cientos de miles de trabajadores esenciales que hoy viven aquí pero no tienen garantizados sus derechos», zanjó. Esta propuesta llegó a la Cámara con la firma de 700.000 personas y fue admitida a trámite por todos los partidos salvo Vox.

«Giro argumental»

La cuestión de las deportaciones también dio más munición al PP para ahondar en su ofensiva. Génova interpretó el matiz de «imprescindible» como un «giro argumental» por parte de Sánchez. «Si un dirigente del PP hubiera hecho las manifestaciones que hizo el señor Sánchez en Gambia, habría sido acusado de xenófobo», criticó el portavoz y vicesecretario de Cultura de los populares, Borja Sémper. Mientras que Miguel Tellado, portavoz parlamentario de los conservadores, celebró lo que a su juicio es una «rectificación». Pese a todo, el PP persiste en la tesis de que Moncloa «no tiene política migratoria» y denuncia que el viaje del presidente a África «llega tarde» ante las perspectivas de otro otoño caliente. Según el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año han llegado a España 31.155 personas migrantes, de las cuales 29.512 lo hicieron por vía marítima, 22.304 lo hicieron por Canarias. Las previsiones más pesimistas apuntan a que la cifra podría alcanzar los 50.000 a final de año.

En este contexto, los populares lamentan que las propuestas del Gobierno «van en dirección contraria» en la búsqueda de un consenso para un pacto de Estado.

Los que llegan

Las previsiones más pesimistas apuntan a que la cifra de migrantes podría alcanzar los 50.000
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