Feijóo prepara al PP para las urnas
Quiere proyectar unidad ante un Gobierno «en los minutos de descuento» u M añueco lamenta que el curso político se inicie «con las mentiras y la incompetencia del Gobierno de Sánchez»
Alberto Núñez Feijóo hizo ayer de la carballeira de San Xusto (Pontevedra) el epicentro del nuevo curso político del Partido Popular. En un acto de autoafirmación y de inyección moral entre los suyos, el líder nacional exhibió los logros de su formación en los últimos doce meses —las victorias en las elecciones gallegas y europeas y la mejora de resultados en País Vasco y Cataluña— y expuso las bases de su acción política con una promesa: «El Partido Popular volverá a ganar las elecciones y lo haremos con la ventaja suficiente para gobernar».
El jefe de la oposición fue categórico a la hora de esbozar los ejes de su estrategia en dos frentes: el cupo catalán y la inmigración. Frente a los disensos que las cesiones al independentismo y los pactos de financiación han provocado en las filas socialistas, Feijóo quiere arrojar una potente imagen de unidad. Lo hizo ante 2.500 personas en Cerdedo-Cotobade, en el corazón de Pontevendra, entre los que se encontraban además del municipalismo del PP gallego, los barones territoriales de Galicia, Castilla y León y Comunidad Valenciana, dirigentes estatales como Cuca Gamarra y Miguel Tellado e incluso el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
«Frente a un PSOE acobardado y sumiso, es un orgullo presumir de un partido unido, libre, con principios, con compromiso y con palabra», proclamó Feijóo. Y pretende volver a demostrarlo en el cónclave que el próximo viernes mantendrá con sus presidentes autonómicos para ofrecer una propuesta conjunta en materia de financiación autonómica que estará fundamentada en «el principio de la igualdad de todos los españoles.
Un día después de que el secretario general del PSOE, en un nuevo golpe de efecto, apostase por adelantar el Congreso Federal a noviembre —previsto en principio para finales de 2025— para retar a los críticos y blindar su liderazgo, Feijóo quiso meter el dedo en la llaga pronosticando la «purga de todo el que le tosa [a Pedro Sánchez]». Proclamó que el presidente del Gobierno «no gobierna, mercadea con el dinero de los españoles» y, con el «cupo separatista, Sánchez también gobierna contra los suyos». En un discurso en el que no ahorró en calificativos para retratar un Gobierno en «decadencia», «humillado por sus socios», que se encuentra «en los minutos de descuento» y que «mercadea con lo que no es suyo» -en referencia al cupo catalán-, elucubró con la idea de un adelanto electoral si el Gobierno no es capaz de recabar los apoyos suficientes para sacar adelante sus iniciativas en el Congreso. «Dimitir y convocar son los dos únicos verbos que deberían conjugar aquellos que mienten por sistema. Pero para dimitir y convocar hay que tener un mínimo de integridad y dignidad», azuzó.
Feijóo llamó a los suyos a «estar preparados» ante un Ejecutivo en parálisis, sin proyectos e inmerso en «problemas de corrupción». «Sé que es más fácil llegar a Moncloa si patrocinas una cátedra que si ganas por mayoría en las elecciones», ironizó en una referencia velada a la investigación judicial en curso sobre la mujer del presidente, Begoña Gómez, y exponer los «escándalos» del Gobierno, sin ahondar en más detalles.
En ese acto político, el presidente del Partido Popular de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, lamentó que el nuevo curso político se inicie «como terminó» el anterior: «Con las mentiras, la incompetencia y la ineficacia del Gobierno de Sánchez».
Reiteró la defensa que desde su partido, y desde Castilla y León, va a emprender por «la igualdad entre todos los españoles y la libertad de todos los españoles».
«Necesitamos en España un Gobierno que gobierne con eficacia y para todos», zanjó.