Moncloa enfila la negociación del Banco de España con el PP sin apartar a Escrivá
El ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, sigue anclado en las apuestas del Gobierno para que se convierta en gobernador del Banco de España el 11 de septiembre. Ese es el día en el que el Ejecutivo puede tomar la decisión final para renovar la cúpula del supervisor financiero después de que el anterior gobernador, Pablo Hernández de Cos, terminara su mandato en junio y fuera sustituido por la subgobernadora, Margarita Delgado, de forma interina.
En estos tres meses, el Gobierno ha puesto al que fuera titular de Seguridad Social en la primera posición de las negociaciones que mantiene con el Partido Popular. Pero iniciado el mes de septiembre, y «sin avances» tal y como quedó la cuestión antes de las vacaciones, Moncloa no ha cambiado de opinión, por ahora.
Y no modificar su posición implica mantener a Escrivá como objetivo para que tome las riendas del Banco de España en diez días. «La situación está como a finales de julio», indican.
La pelota está en el tejado del PP, que se debate entre dos opciones: entrar a la negociación con el PSOE y proponer un candidato a subgobernador (el puesto que históricamente le corresponde al partido que está en la oposición), para completar la dupla con Escrivá; o abstenerse de llegar a cualquier acuerdo con los socialistas tras un tenso verano.
La primera opción supone hacer público un pacto en plena etapa convulsión entre PP y PSOE por otros asuntos como la financiación singular de Cataluña o la crisis migratoria. La otra posibilidad implica dejar que el Gobierno designe a la cúpula del supervisor bancario y que gobernador y subgobernador se mantengan durante seis años de mandato legales. Independientemente de que dentro de un tiempo el PP pueda llegar al Gobierno y tenga que convivir con Escrivá como gobernador, porque la legislación le impediría desalojarlo.