Feijóo lanza al PP contra la financiación singular de Cataluña, la batalla del año
El Gobierno ataca con la disparidad de opiniones entre Génova y las autonomías
La lucha contra la financiación singular de Cataluña, que el PP denomina «independencia fiscal», centrará los esfuerzos de Alberto Núñez Feijóo y de sus presidentes autonómicos en un nuevo curso político sin convocatorias electorales previstas, pero repleto de interrogantes, sobre todo para el Gobierno. Porque las vacaciones han tocado a su fin y con la vuelta a la rutina regresa el puzzle parlamentario de un Ejecutivo en minoría, cuyo encaje intentarán impedir los populares, que ya hablan de un Gobierno «zombi», tras apartarse Junts o Podemos de posturas del bloque de investidura.
Convertir a Salvador Illa en president de la Generalitat ha supuesto para el PSOE pactar una financiación singular que no solo rechaza el PP, sino también varios barones socialistas, en un nuevo desacuerdo interno que Feijóo ha buscado avivar pidiendo a los críticos que se rebelen.
El PP, que gobierna en doce de las diecisiete comunidades autónomas, reunirá el próximo viernes a sus presidentes regionales para trazar un frente común contra el cupo, tras haber forzado, el próximo miércoles, la comparecencia de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero en el pleno del Senado.
El PP está convencido de que el rechazo a lo que consideran un «concierto» es transversal a distintas ideologías y así lo señalan sus dirigentes, tanto en público como en privado. Sin embargo, el PP no ha alcanzado en el pasado la meta de dividir al PSOE y fuentes de Génova ponen en duda la posibilidad de que los socialistas pasen de las palabras a los hechos. La portavoz en el Senado, Alicia García, calificó a los críticos de «plañideras» y Feijóo habló ayer de un PSOE «acobardado y sumiso».
El Gobierno ha contraatacado señalando la disparidad de criterios entre sus territorios respecto un nuevo sistema de financiación autonómica. Tanto en la dirección nacional como en las autonomías reconocen estas diferencias, aunque fuentes del PP apuntan que el rechazo al pacto catalán actúa como un pegamento que les une.