Puigdemont estuvo once horas escondido en dos pisos de Barcelona tras su fuga
Carles Puigdemont permaneció 48 horas en Barcelona durante su llegada y fuga del pasado mes de agosto. Llegó el martes 6 de agosto al atardecer e inició el regresó a Waterloo desde la capital catalana el jueves a las 20 horas. Ambos viajes los realizó en coche. En la ida cruzó la frontera de La Junquera por la autopista AP7 y la huida hacia Bruselas también fue por carretera, pero sin desvelar cuál. Casi un mes después de la ‘performance’ protagonizada por el expresidente de la Generalitat, que se burló de los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad, el secretario general de Junts, Jordi Turull, que le acompañó en todo momento, dio este lunes más detalles del periplo barcelonés del líder nacionalista.
No huyó de forma inmediata a Waterloo como se pensó en un momento, tras su aparición fugaz en el arco del triunfo de Barcelona, donde pronunció un breve discurso. Tampoco se escapó después de una persecución policial de película. Puigdemont, según la versión de Junts, que trata de ridiculizar aún más al anterior Govern y a los Mossos, permaneció en Barcelona hasta las ocho de la tarde, casi once horas después de su discurso ante cientos de seguidores muy cerca del Parlamento catalán. Cuando el coche en el que viajaba el expresident puso rumbo a Bélgica, la ‘operación jaula’ ya hacía horas que se había relajado. Se daba por hecho que había escapado.
Su idea inicial era acudir al acto del arco del triunfo y más tarde asistir a la Cámara catalana al pleno de investidura de Illa. Desistió, según Turull, al ver el dispositivo de los Mossos, que parecía que querían detener a un «terrorista o a Hannibal Lecter».
Abandonó el escenario del arco del triunfo por «motivos de seguridad». No hubo juego de sombreros con el líder de Junts, según Turull, para marcharse. Se montó en un coche y se escondió en un segundo piso para preparar su discurso en el Parlament, como jefe de la oposición. Según el líder de Junts, «nadie les persiguió». «Llegamos al piso con normalidad», dijo en Rac1. Su idea era esperar en el apartamento hasta la hora de inicio del pleno del Parlament. Luego prefirió huir.