San Sebastián honra a dos guardias civiles con placas donde fueron asesinados por ETA

San Sebastián ha recordado este sábado a los guardias civiles Antonio Pastor y Moisés Cordero con la colocación de sendas placas en el lugar en el que fueron asesinados por ETA en 1979, en un acto presidido por el alcalde, Eneko Goia, al que han acudido familiares de las dos víctimas.

El homenaje se ha celebrado a mediodía en el paseo de Herrera del barrio donostiarra de Alza, donde se ubicaba el cuartel del instituto armado al que los dos agentes habían sido destinados y a cuyas puertas fueron tiroteados por la organización terrorista, en un atentado en el que resultó además herido otro guardia.

Además de descubrir las placas en su recuerdo, los asistentes, entre los que se encontraban ediles de la corporación municipal y otros representantes políticos e institucionales, han depositado flores sobre las inscripciones.

Han participado en el homenaje, junto al alcalde y familiares de las dos víctimas, concejales de todos los grupos políticos del consistorio salvo de EH Bildu, formación que sin embargo sí ha estado representada en la recepción que previamente hace la corporación a los familiares en el Ayuntamiento.

El alcalde, Eneko Goia, ha explicado, en declaraciones a los medios informativos, que con la colocación de estas placas con los nombres de las víctimas y la fecha en la que fueron asesinados, se pretende recordar que "perdieron la vida injustamente en esta ciudad" y constatar que los donostiarras "lo sentimos muchísimo".

Antonio Pastor Martín, de 24 años, natural de Palencia y con una hija, apenas "prestó 20 minutos de servicio en esta ciudad", ha lamentado Goia, quien ha mencionado que "tampoco llevaba muchos días" destinado a San Sebastián Moisés Cordero López, de 54 años, nacido en Huelva y padre de tres hijas.

"Eran dos trabajadores, dos guardias civiles que trabajaban en esta ciudad", ha destacado el alcalde, que ha recordado que fueron tiroteados desde un vehículo por terroristas de ETA el 28 de julio de 1979 por la noche, cuando se encontraban a las puertas del antiguo cuartel de Herrera.

El consistorio donostiarra ha proseguido así con la iniciativa que puso en marcha hace dos legislaturas para "dar visibilidad en el espacio público" a las víctimas mortales del "terrorismo y la violencia de motivación política" en los mismos lugares en los que fallecieron.

Con estas dos nuevas placas, son ya en total 29 las situadas en la capital guipuzcoana en los lugares en los que fueron asesinadas 23 víctimas de ETA, 3 de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, una del DRIL, otra del Batallón Vasco Español y una por violencia policial.