El PP estimula que Puigdemont vaya ahogando poco a poco la legislatura de Pedro Sánchez
Los fracasos dejan huella. Alberto Núñez Feijóo persiste en su empeño por alcanzar la Moncloa tras el desengaño del 23-J y en el PP se regocijan de que el zarandeo del Gobierno de Pedro Sánchez a manos de sus socios sea el resultado esperable, a sus ojos, de la inviabilidad de un pacto a varias bandas con el independentismo catalán y el soberanismo vasco «que se ha demostrado que era solo de investidura y no de legislatura». Pero si bien el partido está convencido de que el tercer mandato del presidente nació moribundo, sus dirigentes, empezando por el propio Feijóo, se cuidan muy mucho de darlo por muerto. «Es que son buenos los dos, Junts exigiendo y Sánchez cediendo», se escudan, con retranca, en el equipo del jefe de la oposición para no aventurar la fecha de caducidad a un cuatrienio que los populares reiteran que durará lo que quiera Carles Puigdemont.
«Hoy Junts está más contra Sánchez que con el PP», ilustran fuentes de Génova sobreun curso político que ha colocado en el centro del escaparate, antes incluso de lo previsto, la fragilidad del Gobierno de Sánchez.
Los populares esperan mientras intensifican las iniciativaspara intentar abrir brecha entre el presidente y los socios a su derecha. Esperan, en concreto, a que Junts mantenga con respiración asistida al Ejecutivo, jugando semana a semana con la soga parlamentaria —el único poder que retiene— que le ha colgado del cuello.