Puigdemont exige a Sánchez que negocie con Junts sin usar mensajero
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llamó ayer a su partido y seguidores a pasar a la ofensiva tras una época en que les ha costado digerir el resultado electoral en las catalanas, emplazándoles a «salir de los cuarteles de invierno» y prepararse para «aprovechar» las oportunidades que, a su juicio, se les presentarán como consecuencia de la debilidad parlamentaria de los gobiernos de Pedro Sánchez y Salvador Illa.
Puigdemont convocó al grupo parlamentario de Junts en Waterloo, desde donde volvió a presionar a Sánchez, consciente de lo decisivos que son sus siete escaños en Madrid y de que los socialistas están «obligados» a ceder cada vez que necesiten estabilidad parlamentaria. El líder de Junts lanzó un aviso al presidente del Gobierno en plena negociación para el techo de gasto, que, si sale adelante, permitirá afrontar la batalla de los Presupuestos Generales. Le exigió «hablar directamente» con Junts y no a través de intermediarios como el empresariado nucleado en torno al Cercle de Economía. Sánchez viajó el lunes a Barcelona, donde se reunió, junto al presidente de la Generalitat, con la junta del Cercle antes de presidir una entrega de premios.
El presidente español abordó con los empresarios la cuestión de la financiación, que Junts pondrá sobre la mesa en la negociación de los Presupuestos si el techo de gasto se desencalla previamente. Junts ha sido muy crítico con el pacto alcanzado entre el PSC y ERC para la investidura de Illa a cambio de una financiación singular, que los junteros consideran que está muy lejos del concierto económico.
Puigdemont exige ahora interlocución directa entre el PSOE y Junts, a pesar de que ambos partidos se reúnen mensualmente en Ginebra. Además de a evitar presiones de actores periféricos, la reclamación del dirigente nacionalista iba dirigida a pedir mayor implicación de Sánchez, que hasta ahora ha delegado los contactos en Santos Cerdán, número tres del PSOE. Ayer le recordó que no tiene mayoría absoluta y que no puede gobernar como si la tuviera. Tras retirar su propuesta de senda de déficit a fin de sortear otra derrota parlamentaria a manos de Junts, el PSOE se ha tomado un tiempo en la negociación con los independentistas y esperará a que acaben los congresos de Junts y ERC.
Los postconvergentes celebran su cónclave entre el 25 y el 27 de octubre y los republicanos, el 30 de noviembre. De ambos, se espera que salgan como presidentes de sus partidos, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. El líder de Junts, no obstante, no aclaró ayer cuáles son sus planes, pero sí señaló que en el congreso postconvergente deberán renovar discursos, mensajes y liderazgos.
No el suyo, en principio, ni el de Jordi Turull, que seguirá siendo el secretario general. Tampoco aclaró si será él, de forma telemática, el jefe de la oposición. O si será una cuestión temporal a la espera de la amnistía.