El Rey condena en Jordania a «quienes deciden terminar vidas para modificar fronteras»
El Rey concluyó ayer su primer viaje oficial a Jordania con un mensaje dirigido a quienes prolongan el conflicto bélico en Oriente Próximo. Tras reunirse con su homólogo Abdalá II en el palacio real de Amán y ensalzar la relación estratégica que mantiene España con el país árabe, Felipe VI se pronunció, ya sin prensa, sobre la escalada que sacude la región tras el brutal ataque terrorista de Hamás en suelo israelí hace un año y la cruenta ofensiva militar del Gobierno de Netanyahu. «Una vez más, aquellos que eligen la guerra por encima de la paz, cambian el destino de millones de civiles inocentes, terminando vidas mientras modifican fronteras y desplazan población. Es inaceptable», subrayó.
El jefe del Estado mostró su solidaridad y apoyo al «crucial rol» que Jordania siempre ha jugado para mantener la estabilidad regional. «Ambos países están unidos por el sentimiento de paz y una visión común de prosperidad para la región, sostenida en la convicción de que el único camino posible para salir de este ciclo de violencia sin fin reside en dos Estados, Israel y Palestina, viviendo juntos en paz y estabilidad», reiteró el Rey, en línea con el mensaje tras su llegada a Amán el sábado.
Como representante de la política exterior que fija el Gobierno, Felipe VI ahondó en la exigencia de reclamar a los actores en liza un cese de las hostilidades para terminar «cuanto antes» con el «drama humano» que vive Oriente Próximo. Por este motivo, destacó el camino de paz y convivencia que sigue Abdalá II y el gobierno jordano como modelo a seguir, y que España apoya sin fisuras. «Somos aliados estratégicos en el proceso de construir un espacio Mediterráneo donde compartimos desafíos y oportunidades. Jordania y España han construido puentes, nutriendo un diálogo Euromediterráneo que nos permite esperar un futuro mejor», dijo. Unas horas antes, el monarca se trasladó hasta el colegio femenino del campo de refugiados palestinos de Baqa’a, el más grande del país con más de 90.000 personas, que gestiona la Oficina de Naciones Unidas para la asistencia a los refugiados palestinos (Unrwa). Allí, 1.128 niñas reciben enseñanza dentro de las acciones de cooperación exterior española.