Aldama habló en nombre del Gobierno para dar a Delcy el motivo de aterrizar en Barajas
El conseguidor de la ‘trama Koldo’ y la número 2 de Maduro conversaron a través de una aplicación de alta seguridad un día antes de su viaje con 104 barras de oro a bordo Concertaron justificar el viaje como una visita a Fitur
El viaje el 20 de enero de 2020 de Delcy Rodríguez al aeropuerto de Adoldo Suárez-Madrid Barajas cargada con 104 barras de oro fue todo menos una escala técnica improvisada o una llegada imprevista y no deseada por el Gobierno, tal y como ha venido sosteniendo Moncloa en estos últimos cuatro años, arguyendo que en realidad el entonces ministro José Luis Ábalos -hoy a las puertas de la imputación por el Tribunal Supremo dada su condición de aforado al ser diputado- evitó una crisis diplomática al impedir que la número 2 de Nicolás Maduro pisara territorio Schengen, violando así la prohibición expresa de la Unión Europea.
Las notas a pie de página y adendas del último informe que la Unidad Central Operativa (UCO) ha remitido este octubre al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno revelan que ese periplo fue diseñado al detalle y con todo tipo de medidas de seguridad a tres bandas: Víctor de Aldama, el conseguidor de la trama que salpica al exministro de Transportes; el propio Koldo García, mano derecha de Ábalos, y la propia vicepresidenta venezolana en persona.
Los agentes han logrado recuperar del móvil de Aldama una conversación de mensajería encriptada que el conseguidor mantuvo con Delcy Rodríguez a las 20:25 horas del 19 de enero de 2020, el día anterior a la llegada de la dirigente bolivariana a Madrid y tres días después de que Pedro Sánchez diera luz verde a la llegada de la vicepresidenta tras recibir un mensaje de Ábalos en el que éste le avisaba de que la mandataria latinoamericana llegaba a Madrid en un viaje «privado» el 20 de enero y que quería un encuentro «discreto» con el ministro.
En esa conversación cifrada, Aldama habló en nombre del Gobierno, según se infiere del informe de la UCO, que subraya que el conseguidor no solo «tenía la suficiente capacidad para impulsar esa visita», sino que además «debatió» con Delcy Rodríguez «sobre la motivación oficial que iban a dar ambos países para el encuentro bilateral».
Dos opciones
En ese intercambio de mensajes, la mano derecha de Maduro propuso «dos opciones» para intentar justificar esa escala con las bodegas de Falcon 900LX cargadas de metal precioso del Fondo de Desarrollo Nacional de Venezuela por valor de 68,5 millones de dólares: «Vine a Fitur» (la feria internacional de turismo se celebró ese año entre el 22 y el 26 de enero) o «el Gobierno quiere explorar mecanismos para alentar una negociación».
Aldama le contestó «déjame que consulte y te digo». Y un minuto más tarde le escribió: «Sí, Fitur y un viaje privado médico». «En ese lapso de tiempo entre un mensaje y otro, Aldama se dirigió a Koldo, el cual le confirmó la primera de las opciones, Fitur», señala la UCO. Los agentes también han recuperado el whatsapp entre ambos casi simultáneo a la conversación por mensajería con Delcy Rodríguez, en el que la mano derecha de Ábalos le dice textualmente al conseguidor: «Pues dile que viene a Fitur».
La excusa que Aldama pactó aparentemente en nombre del Gobierno con la dirigente chavista fue efectivamente la primera que esgrimió Moncloa y el propio Ábalos, quien dijo que había acudido a Barajas en plena madrugada porque en el vuelo en el que viajaba Delcy Rodríguez con destino final a Estambul también viajaba el ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, que iba a quedarse en Madrid en la feria internacional. Según el exsecretario de Organización del PSOE, mantenía una magnífica relación con Plasencia y temía que sus ocupaciones en el Ministerio de Transportes no le dejaran verle esos días, por lo que decidió salir de noche a Barajas para saludarle. La UCO pone de manifiesto las grandes medidas de seguridad para que no se filtrara el motivo real del viaje. Así, explican que Aldama y Delcy Rodríguez utilizaron en sus comunicaciones sobre el aterrizaje en Barajas una aplicación de mensajería de alta seguridad denominada Threema , que -a diferencia de WhatsApp u otros sistemas similares en los que se puede llegar al usuario porque éste debe dar información personal identificable como puede ser el número de teléfono- no obliga a los usuarios a revelar datos personal y en lugar del número de teléfono o el mail los clientes solo son identificados por una cadena aleatoria por lo que Threema se puede utilizar de forma completamente anónima. En esa app Aldama se hacía llamar «Maverik» mientras que Delcy se escondía tras la cadena alfanumérica