El Congreso se salta al Senado y lleva al BOE la reforma que beneficia a ETA
El PSOE no descarta presentar medidas contra el presidente de la Cámara alta, del PP
La Mesa del Congreso abrió ayer un conflicto institucional con el Senado al rechazar y no reconocer el veto por mayoría absoluta que la Cámara alta impuso el lunes al proyecto de ley que conlleva rebajas de penas para 41 etarras y la norma enfilará —menos de 24 horas después de que el presidente del Senado, Pedro Rollán, devolviese a la Cámara baja la reforma legal— directamente al BOE.
En concreto, la Mesa del Congreso, en la que PSOE y Sumar tienen mayoría, y tras escuchar los argumentos verbales del secretario general y letrado mayor de la Cámara, considera que el veto del Senado no resulta válido porque se produjo fuera de plazo, no se siguió el procedimiento establecido por el reglamento y, además, los senadores desconocían que lo que se estaba votando era un veto. Fuentes socialistas esgrimen que la Cámara alta solo tiene la capacidad de vetar o enmendar una iniciativa proveniente del Congreso y que, para hacer lo primero, se ha de cumplir con dos requisitos: atenerse a los plazos que establece la Constitución y además aglutinar una mayoría absoluta. En este caso, según la tesis de la mayoría progresista de la Cámara, «el PP solo habría cumplido la segunda condición». «Los procedimientos y los trámites hay que cumplirlos porque son los que proporcionan garantías».
El artículo 90.3 de la Constitución dice que, en el caso de tramitarse de urgencia, el veto debe efectuarse en los siguientes veinte días naturales a su llegada a la Cámara alta, por lo que ese plazo concluía el domingo. Lo cierto es que hasta este mismo lunes, fuentes consultadas por este periódico tanto del Congreso como del Senado descartaban que existiese margen de maniobra para frenar la publicación de la ley en el BOE. Sin embargo, después de la votación de hace dos días, el presidente de la Cámara alta anunció que, al haberse opuesto a la norma la mayoría absoluta del Pleno, cabía interpretar que los senadores devolvían la norma al Congreso —apoyándose en un informe de los letrados del Senado—.
Actitud «triste»
Fuentes socialistas de la Mesa del Senado insisten en que el comportamiento del PP supone «un tropiezo más», y que en Génova creen que su mayoría absoluta en el Senado tiene «más poder» que la Constitución o el reglamento de las cámaras. «El PP se da cuenta de que ha votado a favor de la ley, de que se les ha pasado el plazo para interponer veto en el Senado y por eso hacen una triquiñuela».
Y esas mismas fuentes acusan al presidente del Senado de «incumplir la ley a sabiendas», además de dar por hecho que la Cámara alta replicará la decisión del Congreso y el conflicto seguirá vigente. Según Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente primero del Congreso, la actuación del presidente del Senado ha sido «muy desacertada» porque se ha puesto «deliberadamente al servicio del PP» anteponiendo los intereses de su partido a lo que establece la Constitución. A su juicio, una actitud «triste». Fuentes parlamentarias del PSOE en el Congreso, de hecho, no descartaban ayer tomar medidas contra Rollán por «burlar» el reglamento de las cámaras.
Vox fue uno de los partidos que se pronunció tras la decisión de la Mesa del Congreso, la cual tildó como una «pirueta» que «manosea» el Reglamento de la Cámara. La portavoz de los de Santiago Abascal en el Congreso, Pepa Millán, confirmó que están valorando presentar un recurso de amparo ante el Constitucional.