El macabro hallazgo tras arder un cajero en Logroño

Tras la cortina de humo de un incendio en una antigua sucursal bancaria ocupada en la calle San Millán se escondía un macabro hallazgo. Una llamada a las 00.45 horas alertaba del fuego en un local de la céntrica calle. La noticia activó el dispositivo habitual, pero la situación distaba mucho de lo normal en un incendio.

Los Bomberos, al atacar el fuego, descubrieron los cadáveres de un hombre y una mujer al fondo de la antigua oficina bancaria con evidentes signos de violencia, por lo que la Policía Nacional iniciaba una rápida investigación que, unas horas después, culminaba con la detención de dos hombres, de 40 y 46 años con un amplio historial delictivo a sus espaldas, especialmente por delitos contra el patrimonio. Curiosamente, los arrestos se llevaron a cabo en la misma calle San Millán, desde donde fueron trasladados a los calabozos de la Jefatura Superior de Policía a la espera de ser puestos a disposición judicial. Mientras, los cadáveres, a la espera de una identificación oficial, están siendo analizados en el Instituto de Medicina Legal.

El doble crimen activaba también una rápida respuesta oficial, con una rueda de prensa exprés en la Delegación del Gobierno. El jefe superior de Policía de La Rioja, Manuel Laguna, confirmaba la presencia de "indicios de agresión y criminalidad" en los cuerpos. "Podía pensarse que hubiera sido por inhalación de gases, pero se ha comprobado que había violencia", añadía. Laguna también adelantó que la investigación sigue abierta y que no se pueden descartar futuras detenciones.

Sobre el móvil del doble crimen, Eduardo Esteban Pinillos, jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial en La Rioja, prefería ser cauto para no entorpecer las pesquisas. "Puede ser por drogas, por un ajuste de cuentas... No descartamos ninguna hipótesis", declaraba. Los responsables policiales también explicaron que las víctimas residían de manera habitual en el local y que en el momento del crimen eran los únicos que se encontraban en su interior, mientras que los detenidos frecuentaban la antigua sucursal de Bankia, donde también acudían "a pernoctar personas sin hogar de la ciudad".

Eduardo Esteban Pinillos indicaba que los dos implicados "estaban en las inmediaciones y tenemos indicios para creer que ellos han tenido participación en el crimen. No sabemos si habrá más detenciones o si los que ya lo están han participado en los hechos en el grado en que nosotros creemos". Sobre lo que no arrojó más luz fue en cómo se produjeron las muertes, más allá de su condición de "violentas".

Investigación científica A la espera de que la investigación continúe avanzando, para lo que se requirió la presencia de un equipo de la Comisaría General de Policía Científica de Madrid, el crimen pone sobre la mesa la presencia de un local donde desde hacía más de dos años convivían personas en condiciones insalubres.

"No daban problemas en la calle, pero sí que escuchábamos constantes peleas y gritos", aseguraba la propietaria de uno de los locales aledaños, que también hablaba de la suciedad existente y de los malos olores.

Según vecinos, ambos eran consumidores de drogas, aunque este punto no ha sido confirmado por la Policía Nacional, que recalca que las labores de identificación continúan. "Aparentemente sabemos quién es uno, pero no podemos dar más datos [a la espera de los informes forenses y de la Científica]. La otra víctima es una mujer, pero no sabemos más debido al estado en que se encontraba", incidía el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial.

Los ocupantes de este inmueble acumulaban sus pertenencias en el lugar, que había sido ocupado con anterioridad por otras personas. "Al principio tenían un candado, pero últimamente se había dañado una de las hojas de las puertas y entraban por un pequeño agujero hasta que se rompió completamente y entonces ponían una tela y un colchón", incidía una vecina.

Durante toda la mañana, se mantenía la presencia policial y el local permanecía precintado, al igual que un contenedor situado frente al lugar de los hechos, que desde mediodía se convirtió en lugar de directos de distintas radios y televisiones.