La ‘trama Ábalos’ salpica a Marlaska en siete frentes
El ministro tendrá que responder por la investigación de la UCO
El PP ya apunta a Fernando Grande-Marlaska en la trama Ábalos. El titular de Interior comparecerá este jueves en la comisión del ‘caso Koldo-Ábalos’ en el Senado citado por los populares, espoleados por los dos últimos informes de la Unidad Central de Operativa (UCO) de la Guardia Civil que, más allá de constatar que su ministerio fue uno de los que contrató sin concurso alguno a la empresa del conseguidor Víctor de Aldama para la compra fraudulenta de mascarillas, han destapado una riada de presuntas irregularidades añadidas, que van desde la acusación contra el exdirector general de la Guardia Civilde haber dado un chivatazo a la red al uso de agentes antiterroristas para el blanqueo pasando por el papel de los policías de Barajas advertidos de la llegada de Delcy Rodríguez.
El 14 de octubre, el mando policial de mayor confianza de Fernando Grande-Marlaska, señalado por la Unidad Central Operativa (UCO) como la persona que abrió las puertas del Ministerio del Interior a la ‘trama Koldo’, reconoció ante el juez del caso, Ismael Moreno, que contrató material sanitario con la red corrupta durante la pandemia, orillando otras ofertas que ni siquiera se llegaron a valorar, por recomendación de la mano derecha del exministro José Luis Ábalos, Koldo García. El director general de Coordinación y Estudios, José Antonio Rodríguez González, confirmó que fue por sus instrucciones que Interior acabó adjudicando 3,5 millones a la empresa de cabecera de la trama corrupta, Soluciones de Gestión.
Sobre las mascarillas, el director general de Coordinación y Estudios, José Antonio Rodríguez González, confirmó que fue por sus instrucciones que Interior acabó adjudicando 3,5 millones a la empresa de cabecera de la trama corrupta, Soluciones de Gestión.
Sobre el blanqueo y Venezuela, Rubén Villalba Carnerero, jefe de captación de fuentes en la Unidad Central Especial de persecución del terrorismo yihadista, empleó hasta nueve subordinados para blanquear el dinero de la trama. Villalba, ya imputado, también se dedicó a ordenar búsquedas en bases policiales para la red y a dotarla de teléfonos seguros. Antes de su imputación había sido ‘recompensado’ por Interior con un destino en la Embajada de Venezuela con unos complementos salariales ansiados por cualquier agente.
Sobre Aldama, según la UCO, figura como colaborador de los servicios de Información de la Guardia Civil en la lucha antiyihadista sin que se sepa por qué, más allá de que así saltarían las alarmas internas (puestas en marcha para evitar solapamientos) si alguien en las fuerzas de seguridad investigaba al cabecilla de la trama. Los investigadores tienen en su poder dos grabaciones que revelan que el coronel al mando de la Unidad Central Especial número 2 (máximo responsable de la lucha antiislamista del cuerpo) sabía que Víctor de Aldama era colaborador del cuerpo y que habló de ello con Villalba.
Sobre el chivatazo, los investigadores desvelan que Koldo García confesó a Rubén Villalba que el entonces director de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, le sopló que estaba siendo investigado precisamente por la UCO, dato que no sabía ni el propio comandante que también estaba en el centro de las pesquisas.
Sobre el ‘Delcygate’, la Guardia Civil ha destapado que la visita del 20 de enero de 2020 de la vicepresidenta venezolana a Barajas no fue improvisada. Ábalos informó de este viaje al presidente Sánchez antes de que la vicepresidenta venezolana, que tenía prohibida la entrada a la UE, aterrizara. La Policía Nacional, competente en el control de fronteras y a la que no pilló de sorpresa la llegada de Delçy Rodríguez, según la UCO, permitió la entrada al recinto aquella noche de Ábalos, De Aldama y Koldo, quien escribió por WhatsApp al secretario de Estado de Interior, Rafael Pérez Ruiz, para informarle horas antes. Esa madrugada, Jesús María Gómez, el comisario responsable del puesto fronterizo del aeropuerto, estuvo en Barajas. En noviembre de 2022 fue ascendido a jefe superior de Policía de Canarias.
Jaleo tras jaleo
En plena pandemia, en los primeros meses de 2021, con la restricciones de entrada a España por efecto del coronavirus, la trama ejercicio sus influencias para colar a través de Barajas a cinco destacados simpatizantes chavistas. La Policía Nacional no puso ninguna objeción a la entrada de éstos.
El 23 de septiembre, en un aviso a navegantes, Ábalos registró una batería de 23 preguntas escritas al Gobierno, muchas de ellas sobre el subteniente de la Guardia Civil José Luis Rodríguez García. Se trata del mando ya imputado en este sumario que supuestamente hacía y deshacía a su antojo en el depósito de la sede de Nuevos Ministerios de Madrid donde se almacenaron las mascarillas de las compras fraudulentas. El entonces ministro de Transportes daba a entender con sus interrogantes que el departamento de Grande-Marlaska ha protegido al subteniente y que éste, en realidad, fue una suerte de enlace entre Interior y la trama.