El juez da el primer paso para investigar a Íñigo Errejón por un delito sexual
El Congreso confirma que el exportavoz de Sumar ya ha entregado su acta de diputado y no es aforado
El juez de Madrid Adolfo Carretero ha recibido la respuesta del Congreso de que el exportavoz de Sumar Íñigo Errejón ya ha entregado su acta parlamentaria y, por lo tanto, ya no está aforado ante el Tribunal Supremo, órgano competente para juzgar a los diputados nacionales. El magistrado tiene así vía libre para comenzar la investigación después de recibir la denuncia policial que presentó el pasado jueves la actriz Elisa Mouliaá contra el político por un delito contra la libertad sexual, cometido presuntamente en septiembre de 2021.
Carretero, titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, recibió un día después, el viernes, el atestado con los hechos denunciados por Mouliaá ante la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM), que podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual penado con hasta cinco años de prisión.
Tras recibir la respuesta del Congreso, el juez tiene previsto citar a la víctima para ratificar la denuncia y luego dará traslado a la Fiscalía para practicar las primeras diligencias testificales y documentales. En su atestado, Mouliáa relató tres episodios de presunta violencia sexual «sin consentimiento» la noche que conoció personalmente a Errejón tras la presentación del libro de éste en Madrid.
Primero en el ascensor de la vivienda donde ambos fueron a una fiesta privada, luego en una habitación de esta casa y, en tercer lugar, en el propio domicilio del exdirigente de Sumar. En una entrevista este lunes en Antena 3, Mouliaá calificó a Errejón de ser «un depredador sexual» y añadió que tiene rasgos de «psicópata narcisista».
En su denuncia, Mouliaá relató hechos que tuvieron lugar una noche de finales de septiembre de 2021 en Madrid cuando, después de que llevarán «aproximadamente un año» hablando por redes sociales, el político invitó a la actriz a la presentación de su libro. Al terminar el evento, se fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano en el barrio de Ópera y Mouliáa, que ya tenía previsto acudir esa noche a una fiesta en casa de un amigo en la zona de Alonso Cano, «por educación» le invitó a acompañarla. Y «para sorpresa» de ella, Errejón aceptó.
De acuerdo con su relato ante la Policía, ya en el taxi él adoptó «una actitud dominante». Y en el ascensor de la vivienda de los amigos directamente la habría agarrado «fuertemente» de la cintura y besado «de forma violenta», «dejándola sin respiración». Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado «por la fuerza» a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos «sin el consentimiento» de la actriz.
Mouliaá describe en la denuncia que Errejón la quitó el sujetador, profirió frases «lascivas» del tipo «cómo me pones», acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y la hizo tocamientos. «Paralizada», «fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta». Errejón le habría contestado que «salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa». «Estuvieron un rato más en la fiesta», pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político.
Allí, «sin mediar palabra», él habría reanudado los tocamientos. Ella «le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda», que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo «muy violento».