Sucesos
El jefe de la Policía de los millones emparedados gestionaba la entrada de contenedores de coca
Asuntos Internos cree que el mando blanqueaba parte de su inmensa fortuna en una enorme flota de VTC a nombre de su cuñada
De puertas para fuera, en el Cuerpo Nacional de Policía, Óscar Sánchez Gil, el jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, era un tipo casi anodino. Un policía con una carrera notable -que no excepcional-con un buen cartel por su paso por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco).
Una etapa, la de la lucha contra el tráfico de estupefacientes, que abandonó hace cuatro años cuando fue ascendido a inspector jefe, pero que fue la que le abrió las puertas al 'negocio'. Según los investigadores de Asuntos Internos, fue liderando el grupo 36 de la Udyco, dedicado a luchar contra el tráfico de drogas en internet, cuando comenzó a colaborar activamente con el gran y "casi desconocido" clan español que controla la "introducción segura de contenedores" con cocaína en los puertos españoles, desde Algeciras a Barcelona, pasando por Valencia, Málaga, Las Palmas o Bilbao. En realidad, aquel grupo 36 y algunos de sus componentes llevan años en el punto de mira de Asuntos Internos. Y en particular, Sánchez Gil.
Los operativos tienen constatado que al menos desde 2019 este mando colaboraba con el narco con chivatazos para fijar los momentos y las rutas seguras en las que los contenedores no iban a ser revisados. Solo el 2% de los containers son abiertos en España por Vigilancia Aduanera, pero el perjuicio de perder solo uno de ellos es enorme para las organizaciones de narcos, por lo que la información de las rutas seguras se paga a precio de oro, apuntan fuentes de la investigación.
Así las cosas, Sánchez Gil cobraba ingentes cantidades de dinero en 'cash' por esos soplos. Mordidas, explican, que podrían llegar a superar "con mucho, con muchísimo" (textual de los operativos) el millón de euros por contenedor introducido sin contratiempo. En realidad, solo un "pequeñísimo pellizco", teniendo en cuenta que un alijo como el de las 13 toneladas de cocaína intervenido el pasado 14 de octubre en el puerto de Algeciras (el mayor de la historia de España y cuya entrada había sido gestionada por Sánchez Gil) hubiera supuesto en la calle no menos de 500 millones de euros.
Billetes hasta en Jefatura
Con esa gran cantidad de dinero en contante y con una vida aparentemente austera (solo de vez en cuando se le veía en los palcos de algún partido de los clubes madrileños de primera), la única forma de gestionar tal cantidad de dinero en efectivo fue la de emparedar los billetes de todas las denominaciones en paquetes estancos (como si fardos de hachís se tratara) en el chalet de su pareja en Alcalá de Henares. Con este rudimentario método, ocho millones acabaron entre los muros de una de las habitaciones y otros doce millones fueron a parar a un doble fondo con trampillas en el sótano de la casa.
El flujo de 'cash' era tan enorme, que el mando corrupto guardaba en su propio despacho de la Jefatura Superior de Madrid casi un millón de euros en billetes de 500 ocultos en una bolsa.
Gestionar esa gran cantidad de dinero, seguir dando soplos al narco sobre las rutas seguras para los contenedores y al mismo tiempo ejercer como jefe antiblanqueo no era fácil, según los investigadores. En julio de 2021, Óscar Sánchez Gil, lideró en persona la operación Titella, en la que el principal investigado fue el productor José Luis Moreno, sobre una supuesta red de estafas financieras. En ese mismo ajetreado periodo laboral -siempre de acuerdo con la investigación de Asuntos Internos- trabaja de forma simultánea y a "toda máquina" para el narco y fue por entonces cuando el jefe antiblanqueo habría decidido comenzar a blanquear, al menos una pequeñísima parte de su inmensa fortuna, haciéndose a través de testaferros con una inmensa flota de VTC. La cuñada del inspector jefe, también detenida, tiene más de 70 licencias para esos vehículos.
El mando de la principal unidad antiblanqueo de Madrid, su mujer y su cuñada, como otra docena de detenidos - todos ellos capturados esta semana- ya están en prisión por orden de la Audiencia Nacional. Los cargos son: tráfico de drogas, cohecho, organización criminal, omisión del deber de perseguir delitos. y blanqueo.