Matas anuncia una nueva fase de limpieza en el Parque Nacional
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, anunció ayer el inicio de una segunda fase de limpieza de playas y costas afectadas por el Prestige, con la comprobación de las 230 playas aparentemente limpias, un trabajo especializado en zonas rocosas y acantilados y un plan especifico para el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Matas, acompañado por el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, y la secretaria general de Medio Ambiente, Carmen Martorell, ofreció en conferencia de prensa un balance de actuaciones de su departamento durante el 2002 y las prioridades para el nuevo año, ambos marcados por la catástrofe del «Prestige». El objetivo prioritario del Ministerio para este año será recuperar las costas afectadas por el vertido, seguir la limpieza de las plazas y la recuperación y regeneración del Parque Nacional, afirmó el titular de Medio Ambiente, quien se comprometió a trabajar en los foros internacionales para lograr la cobertura económica de los daños y hacer efectivo el principio de «quien contamina paga». 32.768 toneladas recogidas Tras subrayar que a fecha uno de enero han sido recogidas 32.768 toneladas de residuos en las playas afectadas (2.686 toneladas en el Parque Nacional), Matas explicó que ahora es «imprescindible» pasar a una segunda fase, que requiere un trabajo más especializado. En este sentido, indicó que la limpieza y saneamiento de rocas se hará con las recomendaciones de los científicos y lo harán principalmente mariscadores con herramientas manuales, mediante la aplicación de chorros de agua de mar o caliente. Esta segunda fase acaba de comenzar con la realización de catas (recoger muestras a un metro de profundidad) para detectar si existen restos de fuel bajo los arenales de playas aparentemente limpias. Hoy, agregó, ya se han hecho 20 catas en 12 playas, una labor que se extenderá a todas las afectadas por el chapapote, porque «nos preocupa y asusta lo que pueda estar escondido». Respecto al Parque Nacional, el ministro aseguró que contará con un plan específico de recuperación, dado su alto valor ecológico y extensión (más de 7.000 hectáreas marinas y unas 1.000 terrestres). En su balance, Matas afirmó que el 2002 ha sido un año de «luces y sombras, marcado por la negra huella que ha dejado el Prestige», pero resaltó algunos logros de su departamento como los «intensos» seis meses de presidencia española de la UE, durante la se ratificó el Protocolo de Kioto.