El fuel afecta a más de 200 kilómetros en Francia y prohíben producir ostras

Conforme pasan las horas se agrava la catástrofe ecológica y económica provocada por el vertido del fuel-oil del petrolero Prestige. Más de 200 kilómetros del litoral francés, fundamentalmente en las playas de Las Landas en la zona de Arcachón han sufrido ya la llegada de millones de pequeñas placas de chapapote. La situación podría incluso empeorar ya que una de las manchas situada a 180 kilómetros del litoral y a 18 de la isla de Yeu amenaza con llegar a la costa impulsada por el viento y la marea. El Gobierno francés ha destinado ya más de 50 millones de euros a las zonas afectadas y 200 miembros del Ejército y otros 100 de Protección Civil se sumaron durante el domingo a las tareas de limpieza. Junto a la catástrofe ecológica, los daños económicos son importantes ya que la contaminación obligó a las autoridades a prohibir la producción de ostras en Arcachon, 350 mariscadores responsabilizaron al Gobierno español de lo ocurrido y se preguntaron «cómo es posible que a nadie se le ocurriera llevar al Prestige a puerto para allí retirar el fuel con mayor facilidad» a la vez que reclamaron compensaciones por la catástrofe y más medios para combatirla. Por su parte, la ministra de Ecología, Roselyn Bachelot, abrió durante la jornada del pasado domingo una delegación de su ministerio en Burdeos que se encargará de ayudar y coordinar las acciones desplegadas para luchar contra la llegada del fuel-oil del Prestige. Además el primer ministro Raffarin se mostró contundente y avisó ayer a los navíos que transportan mercancías peligrosas de que, si se acercan a menos de 200 millas de la costa francesa, Francia tiene «medios militares» para expulsarlos. Temor en el Cantábrico Entre tanto, el temor a los efectos de la marea negra crece en Cantabria y País Vasco. La mayor amenaza procede de una gran mancha de más de 3.000 toneladas de fuel situada a 120 millas (216 kilómetros) al norte de Cantabria. El mal tiempo con fuerte marejada obligó además a suspender las tareas de recogida de fuel en alta mar por lo que todos los barcos implicados regresaron a puerto. La previsión no es buena y anuncia vientos de componente oeste y noroeste a partir del miércoles lo que podría llevar directamente el fuel al litoral vasco y cántabro en un plazo no superior a los 5 días. A modo de macabro aperitivo el fuerte oleaje llevó manchas de contaminación a la playa vizcaína de Muskiz donde los equipos de limpieza recogieron más de 3 toneladas de chapapote en los últimos días.