Las manchas de Portugal no proceden del buque

El largo rastro del Prestige, que se paseó por toda Galicia bañando de negro sus costas y el litoral cantábrico hasta Francia, no alcanzó a Portugal. Este país se ha librado, al menos hasta ahora, del vertido del petrolero, tal y como confirmaron los análisis realizados por el Instituto Hidrográfico a las manchas detectadas en la localidad pesquera de Esposende, a 350 kilómetros al norte de Lisboa. Lo más factible es que se trate de los restos dejados por un navío «que lavó sus tanques a su paso por nuestras costas», una situación que se da con «cierta normalidad», según manifestó el portavoz de la Marina de Portugal. Más en la Costa de la Muerte Mientras, las playas y rocas de Galicia siguen amaneciendo, día tras día, negras. La costa de la Muerte también ayer recibió en sus playas nuevas manchas de fuel. Con fuerte olor, frescas y un color muy negro, los patrones de cofradías de pescadores como la de la localidad de Lira, en Carnota, las identifican como nuevos vertidos desde el petrolero, e insisten en que no se desprendieron de las rocas, tal y como indican los técnicos.