El fiscal pide para Morcillo, Masa y Amedo 47 y 81 años por asesinato

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha pedido para el empresario granadino José Luis Morcillo, el ex-coronel de la Guardia Civil Rafael Masa y el ex-subcomisario de Policía de Bilbao José Amedo Fouce penas que suman en total entre 47 y 81 años de cárcel por el asesinato del dirigente de HB y pediatra Santiago Brouard, ocurrida el 20 de noviembre de 1984 en su consulta de Bilbao. El Ministerio Público ha solicitado la condena mayor para Morcillo por el delito adicional de tenencia ilícita de armas. En concreto, el Ministerio Público considera a José Luis Morcillo Pinillos autor de sendos delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, por lo que pide para él un total de 31 años de prisión según el Código Penal de 1973 y de 17 años por la misma Ley de 1995. A Rafael Masa y a José Amedo les acusa de un delito de asesinato y solicita para cada uno de ellos 25 años, según el Código Penal del 73 y 15 conforme al de 1999. La Fiscalía plantea las condenas según las dos legislaciones para permitir al tribunal elegir la pena más favorable a los reos en función de las circunstancias. Indemnización Además, pide para los tres procesados una indemnización conjunta y solidaria para la viuda y los cuatro hijos de Santiago Brouard que ascendería a 240.404,84 euros (40 millones de pesetas). En su escrito, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal considera que, en los últimos meses de 1983, el ex-coronel de la Guardia Civil, Rafael Masa y el ex-subcomisario de Policía José Amedo, junto a otras personas no identificadas, acordaron dar muerte al dirigente de Hasi y pediatra Santiago Brouard. Para ello, Masa habría contactado con el empresario granadino José Luis Morcillo, a quien encargó la tarea. Este último, en compañía de Rafael López Ocaña -al que no afecta esta calificación por estar ya condenado por el crimen-, adquirió una pistola y un rifle, ambos con silenciadores y numeración borrada, que habrían sido introducidos en España de forma clandestina por Juan José Rodríguez Díaz, «El francés», procesado también por estos hechos. Tras esta operación, el empresario y López Ocaña habrían acordado con Amedo que, una vez ejecutado el asesinato, el ex-subcomisario les facilitara la huida de Bilbao y les retirara las armas.