La mancha que iba a Francia se vuelve contra la costa asturiana
La gran mancha de fuel vertido por el Prestige que amenazaba al litoral atlántico francés vuelve a ser, empujada por los vientos, un peligro para la costa cantábrica española. El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmó desde La Coruña esa mancha está, al cierre de esta crónica, a 75 millas de Cabo Peñas (Asturias), es decir, que se ha alejado hasta unas 140 del litoral francés. Y esa gran mancha parece ser la causa de que 19 playas de Guipúzcoa y Vizcaya hasta ahora a salvo del hidrocarburo fueran invadidas por el chapapote, en forma de «pequeñas galletas poco importantes». El consejero vasco de Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, definió la situación como «preocupante».