OPINIÓN Ricardo Martín Rodríguez
Problemas sin certificado
El slogan del PP, Más seguridad es, según las modificaciones introducidas en el Código Penal por el Gobierno, más dureza. El común denominador de las reformas anunciadas por el ministro Michavila es el aumento de las penas para los delincuentes, que tan buenos réditos electorales asegura. En la Rueda de Prensa posterior al Consejo, un Rajoy con los hombros cargados por el peso de sus aciagas responsabilidades, parecía más ausente de lo normal en comparación con el atildado Michavila, primer pro-hombre de los Legionarios de Cristo que se sienta a la mesa del Consejo de Ministros. Inevitablemente, un discurso ideológico conservador, sin concesiones, servía para despejar al vacío las dudas de los periodistas: ¿cuándo se conocerán los efectos prácticos de las medidas?, ¿en qué plazos empezará a producirse la disminución de los delitos cuyas penas se endurecen?, ¿modificará el Ejecutivo los Presupuestos del Estado 2003 para aumentar las plantillas de jueces, policias y funcionarios de prisiones; o se trata de un «paquete» exclusivamente normativo?. Lo cierto es que el Gobierno del PP goza de un alto grado de credibilidad entre los ciudadanos: la patronal del pequeño comercio de Madrid confía en que los planes de Aznar sirvan para que se acabe la ola de delincuencia que les atenaza. Todavía estamos a la espera de que el Gobierno rinda cuentas de anteriores planes que iban a ser la panacea para la inmigración del «efecto llamada» o del implacable Plan «Policía 2000». Un ejemplo. El botellón ya no crea alarma social, porque -sencillamente- está en la clandestinidad y pasea sus miserias por lugares poco visibles de las ciudades. Pero existir, existe, y el consumo de alcohol entre los jóvenes sigue en ascenso. La tragedia del Prestige ha obligado al Ejecutivo a anticipar las promesas electorales de 2004, por lo que, cuando lleguen las generales, dentro de un año y poco más, será fácil constatar si los elogios incondicionales ante la «nueva» política de seguridad ciudadana están justificados. De las políticas puestas en marcha por el PP pocas destacan por su eficacia como la lucha contra ETA. Pero, ¿realmente, cabe atribuir al Gobierno Aznar la debilidad aparente en que se encuentra la banda?. Un libro del periodista Nacho García Mostazo desvela que la colaboración de Estados Unidos en la lucha antiterrorista a través de sus sistemas de satélites puede estar siendo clave para evitar atentados. La resignación con que se vive en España la guerra con Irak no tiene nada que ver con la hipotética colaboración, pero el apoyo de Estados Unidos a España podría explicar la sumisión de Aznar a los intereses del Imperio norteamericano.