Una marea de troncos impide en Galicia la lucha contra el fuel

Los pescadores gallegos que día tras día salen a alta mar para luchar contra el chapapote que amenaza su medio de subsistencia se han tropezado en las últimas horas con una dificultad añadida: una marea marrón formada por cientos de troncos de gran tamaño que, al flotar a merced de las olas, son un peligro para los barcos, sobre todo los de menor calado. El maderamen navega sin control a unas 30 millas del litoral a la altura de Finisterre. Según Salvamento Marítimo, en su mayoría son troncos de 4,5 metros de largo por 30 centímetros de diámetro, y aunque también se ha censado algunos ejemplares de hasta 10 metros de largo, aunque de sólo 30 centímetros de grosor. En las últimas horas se han recogido 300 unidades. El organismo no duda de que se trata de la carga que un buque perdió hace días, aunque carece de datos para certificar el origen de la marea marrón. Según los patrones, las trabas que estos troncos ponen a su lucha contra el chapapote todavía no es grave, porque la mayoría de los barcos fondeados en puertos de la zona operan más cerca de la costa. Apenas a cinco millas del litoral entre Camariñas y Finisterre, donde los pescadores se enfrentan a una amplia superficie de fuel muy diluido, lo que el lenguaje oficial denomina «irisaciones».