País Vasco y Cantabria doblan los dispositivos de limpieza

La Comisión Interdepartamental del Gobierno vasco encargada del seguimiento de la marea negra del Prestige acordó ayer doblar los efectivos que tanto por tierra como por mar deben luchar contra el chapapote, ante la amenaza de una nueva oleada. Según los datos facilitados en rueda de prensa por el portavoz de la comisión, Josu Jon Imaz, la situación es «muy negativa», el temporal impide hacerse a la mar a la flota habilitada para combatir la gran mancha de 10.000 toneladas de fuel que amenaza al Golfo de Vizcaya y la totalidad de las playas vascas están afectadas. También Cantabria reforzará el dispositivo de limpieza de sus costas ante el temor de la llegada de fuel este fin de semana por los vientos que soplarán del norte. La gravedad de los impactos recibidos en la costa vasca es tal que el Gobierno de Juan José Ibarretxe ordenó el cierre de los arenales de Bakio e Isuntza debido a la cantidad de ''galletas'' de hasta un metro cuadrado que cubren su superficie y donde sólo por la mañana fueron recogidas decenas de toneladas de chapapote. Las pésimas condiciones meteorológicas, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora y olas de cinco metros, dañaron las barreras oceánicas colocadas como protección en las zonas más sensibles del litoral vasco.