El temporal arrastra nuevas oleadas de vertido a Galicia y el Cantábrico

Si las condiciones climatológicas lo permiten, entre 100 y 120 barcos pesqueros vascos y cántabros se harán mañana a la mar en busca de la gran mancha con 10 mil toneladas de chapapote procedente del vertido del Prestige. El consejero de Medio Ambiente del Gobierno vasco, Sabin Intxaurraga, advirtió de que la ''marea negra'' se acerca a la costa y este fin de semana podría situarse a tan sólo 45 millas al norte de Bilbao, por lo que debe ser combatida en alta mar para limitar los efectos. La planta de tratamiento del vertido instalada en el puerto vizcaíno de Ciérvana doblará su capacidad debido a la gran cantidad de fuel llegada en la costa vasca y ante las previsiones que anuncian nuevos impactos en Cantabria y País Vasco durante los próximos tres días. La diputación de Vizcaya tiene previsto movilizar, durante este fin de semana, a los servicios municipales para la limpieza de las playas. El ministerio de Medio Ambiente desplegará en las próximas horas 250 trabajadores en la costa vasca para recoger chapapote y apoyar al personal de las diputaciones. El viento y las corrientes marinas arrastraron también hasta tierra gallega nuevas bolas de chapapote, que, por primera vez, alcanzaron playas de la localidad coruñesa de Ferrol. Igualmente se avistaron nuevas manchas, arrastradas por el mar, en varios municipios de la Costa de la Morte y en la Mariña lucense. Las labores de limpieza disminuyeron también como consecuencia del mal tiempo que se registra en la comunidad gallega y que también impidió que los buques de control pudieran salir a la mar para vigilar si se acercan nuevas manchas de vertido al litoral. En tierra trabajaron grupos de voluntarios, integrados fundamentalmente por miembros del Ejército y las empresas contratadas para la limpieza de los arenales, que han sustituido a la cada vez menor presencia de ciudadanos de a pie en la retirada de chapapote. Después de semanas, el paseo de la localidad de Muxía, una de las más afectadas por la marea negra, cubierto de chapapote desde hace más de dos meses, fue recobrando poco a poco su aspecto habitual. Todo ello fue posible al uso de máquinas con agua a presión que se emplearon durante este viernes para retirar el manto de vertido que teñía este paseo marítimo. Mientras se mantienen las tareas de limpieza y regeneración en todo el litoral gallego, fundamentalmente en el norte, las Rías Bajas recuperan poco a poco la normalidad. Aunque en sus arenales y rocas todavía hay chapapote que retirar, así como en las Islas Cíes y en las Ons (las más afectadas de esta parte de Galicia), entre la localidad de A Guarda y Muros se podrá volver a mariscar y pescar.