IU deja la reforma electoral propuesta por PNV y EA en manos de Batasuna

El coordinador de IU en el País Vasco, Javier Madrazo, confirmó las diferencias con sus socios y mostró su oposición a la reforma electoral que PNV y EA quieren llevar a cabo en Vizcaya y Álava para favorecer su representación de las zonas rurales, en las que el nacionalismo goza de mayor implantación. El dirigente de la coalición y consejero de Vivienda en el Ejecutivo autónomo aseguró, no obstante, que su grupo no se opondrá a la tramitación parlamentaria de la proposición, aunque después votará en contra. Madrazo manifestó que la reforma «está al margen del acuerdo de Gobierno» y «supone incrementar la espiral de confrontación política», además de ser «contraria al principio de proporcionalidad e igualdad ante la ley», ya que «el voto de los ciudadanos tiene que valer lo mismo más allá de que vivan en una zona u otra de un territorio». Un cúmulo de argumentos que se unen a los perjudiciales efectos que el cambio podría a acarrear a IU, que tendría que enfrentarse al riesgo de perder sus representantes en las Juntas Generales de Alava (Parlamento provincial). El alineamiento de IU con PP y PSE será, de todas maneras, insuficiente para impedir que la iniciativa de los nacionalistas prospere, si se recompone el frente nacionalista. Los tres grupos reúnen 35 de los 75 escaños de la Cámara de Vitoria, mientras que PNV, EA y Sozialista Abertzaleak suman 40. Así las cosas, si los nacionalistas quieren sacar adelante su propuesta están obligados a conseguir el apoyo de los parlamentarios de la suspendida Batasuna. Un respaldo que es factible ya que la formación radical sería una de las beneficiarias de la reforma electoral porque con el sistema de representación que proponen PNV y EA lograría mayor presencia en las Juntas Generales. El frente nacionalista, además, se vería fortalecido y se reeditaría una alianza que funcionó en los meses de la tregua de ETA, entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999. Batasuna, no obstante, condiciona su respaldo a un acuerdo global más amplio. Las consecuencias de la reforma, pese a que aún no ha comenzado su andadura parlamentaria, se pudieron constatar este lunes en el ayuntamiento de Vitoria. El PP logró aprobar una moción consensuada con los socialistas y Unidad Alavesa en la que se expresa el rechazo a la modificación electoral y en la que se llama a la movilización ciudadana. El texto salió adelante con los votos de los tres grupos proponentes más el de la concejal de IU y con la abstención de Batasuna. PNV y EA votaron en contra. De esta forma, el ayuntamiento vitoriano es la primera institución del territorio afectado por la reforma que se pronuncia ante la iniciativa de los nacionalistas. El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, aseguró después del pleno que PNV y EA «tratan de utilizar a Vitoria para sacar adelante» el plan Ibarretxe y como no ganan las elecciones «todo vale, incluso hacer trampas».