El Gobierno pedirá un crédito a la UE para bombear el fuel

El método definitivo para recuperar el carburante que aún resta en los tanques del petrolero, cuyo pago será «asumido por el Gobierno», como explicó Rajoy, se decidirá dentro de tres meses, cuando se presente el estudio ad hoc encargado a la petrolera Repsol YPF. La compañía realizará este estudio de forma gratuita y sus técnicos deberán ahora analizar la opción más conveniente para retirar las 37.000 toneladas de fuel que, desde una profundidad de casi cuatro kilómetros, siguen siendo una amenaza para el litoral gallego. En los trabajos, añadió Rajoy, colaborarán también empresas del sector de Estados Unidos y Europa. El coste estimado para lo que será una complicadísima operación submarina alcanzará, en principio, los 200 millones de euros. Entre las opciones que se manejaban para tan complicada operación, Rajoy explicó que las autoridades y los expertos se han decantado por la extracción del fuel mediante un complicado sistema de bombeo, cuyos elementos -buzos, infraestructura y bombas- podrían tardar en proyectarse y construirse «entre 12 y 20 semanas». «Ya nos hemos decantado por esta opción porque es la que nos puede proporcionar más tranquilidad de cara al futuro», reconoció el vicepresidente. Aun así, y dado que jamás se ha realizado un operativo de este tipo, Rajoy advirtió sobre la complejidad del proceso: «no es un asunto fácil, ya que nunca se ha operado a cuatro kilómetros de profundidad». Rajoy se entrevistó con los miembros de la tripulación del batíscafo Nautile, que durante casi dos meses han trabajado para sellar las grietas del Prestige. Ahora, el minisubmarino francés y su barco nodriza, el Atalante, volverán a Francia para continuar sus labores dentro del Instituto Iframer. Aunque finalmente no se han podido taponar todas las fisuras del casco del petrolero -quedan dos abiertas, tras sellar 17- las 36 inmersiones han logrado controlar de forma notable el vertido, que hoy día se limita, según aclaró Rajoy, a dos toneladas diarias. Esta cantidad, añadió, se irá reduciendo paulatinamente según pase el tiempo y se solidifique la carga del Prestige. El batíscafo francés volverá «con cierta periodicidad» en los próximos meses a aguas gallegas para controlar el estado de las grietas selladas. Mientras, este sábado se mantuvieron los trabajos de limpieza de playas y arenales afectados, así como los de control en alta mar, todos ellos favorecidas por las buenas condiciones meteorológicas registradas en los últimos días en la comunidad gallega. En el País Vasco, 25 barcos de la flota vasca de bajura desafiaron ayer las malas condiciones meteorológicas y se hicieron a la mar a la busca de chapapote procedente del vertido del Prestige.