Diario de León

OPINIÓN Federico Abascal

ETA pierde una tribuna

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El cierre por la Audiencia Nacional del diario vasco Egunkaria y la detención de diez personas vinculadas a esa publicación viene a demostrar la firmeza del hostigamiento judicial a ETA. La reacción del Gobierno vasco ha sido de sorpresa, al menos aparente, y aunque el ejecutivo de Vitoria respeta la decisión judicial, su consejera de Cultura esperaba ayer que «nadie tenga ni la mezquindad ni la ruindad, ni política ni partidista, de seguir incriminando y mezclando el mundo del euskera y de la cultura vasca con la violencia». Esperaba también la consejera que «nadie tenga la ruindad y la mezquindad, que se ha tenido en otras ocasiones, de involucrar al Gobierno y al lendakari por políticas que hemos podido tener de fomento de la lengua y la cultura vascas». El Gobierno de Vitoria va a pedir la transparencia más exquisita y la mayor rapidez posible en la resolución de este proceso. Dos años ha tardado el juez Juan del Olmo en procesar los informes de la Guardia Civil sobre la instrumentalización que ETA habría venido haciendo de Egunkaria. El sumario se contiene hasta ahora en cincuenta tomos, lo que supone un volumen muy considerable de datos a contrastar durante el juicio. A los diez detenidos se les imputa pertenencia y colaboración con banda armada, y el auto señala que el diario y la sociedad mercantil Egunkaria recibían financiación de ETA, a cuyos fines estratégicos presuntamente servían. Mayor Oreja anunció ayer que va a interpelar a Ibarretxe por los más de mil millones de antiguas pesetas que su Gobierno habría dado al diario, lo que supondría una responsabilidad política. Responsabilidad que no se derivaría directamente de esa financiación, pues hasta que se dicte sentencia firme, si es que llega a dictarse, contra Egunkaria, el diario y la sociedad que lo edita gozan de presunción de inocencia. Un portavoz del PNV hablaba ayer de prácticas judiciales de un Estado totalitario. Cualquier colaboración con ETA es un delito, siempre que llegue a probarse, y la encendida defensa que un sector del nacionalismo vasco realiza cuando a la banda se le daña, policial y, sobre todo, judicialmente es, si no un delito, una perversidad, tanto moral como social. Es bueno que la banda terrorista, aunque mantenga pistoleros para realizar sus asesinatos, carezca de medios de expresión que faciliten sus acciones y difundan su macabra doctrina de violencia y muerte.

tracking