Las Fuerzas Armadas limpiarán en dos meses el chapapote del fondo marino de las islas Atlánticas
La próxima semana se pondrá en marcha el plan especial de limpieza para las islas que amparan las bocanas de las Rías Bajas y que sirvieron de parapeto natural para frenar en parte la marea negra del Prestige. El representante de las Fuerzas Armadas en la comisión de seguimiento de la catástrofe, el almirante Víctor Tello, explicó que con «setenta días de trabajo» estiman que esta labor estará concluida. Tello no quiso aventurar la cantidad de fuel que puede haber acumulado en los fondos marinos de las Cíes. Dijo que en el plazo de un mes se podría disponer de los primeros datos: «La idea es empezar simultáneamente en las tres islas», y explicó que «el grueso de la operación estará encomendado a buceadores titulados, de las Fuerzas Armadas y titulados en Medio Ambiente, biólogos, de la Guardia Civil y en menor medida, del parque de bomberos de Vigo». Muy pendientes del éxito de esta tarea estarán las flotas de bajura de la zona, que tienen en las islas los caladeros donde trabajan habitualmente. Donde sí se volverá a faenar ya la próxima semana será en el interior de las Rías Bajas, de forma controlada y sólo con algunas artes de pesca. El conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, insistió en que «se ha realizado un trabajo técnico muy serio antes de tomar esta decisión» y que por eso «se sabe perfectamente donde se puede faenar con seguridad». Según López Veiga, se está estudiando también la posibilidad de abrir la veda en algunas zonas de la plataforma continental. No hay nuevos vertidos Por su parte, el representante del Ministerio de Medio Ambiente en la comisión de seguimiento, Francisco Alonso, insistió en que el fuel que se sigue recogiendo en el litoral gallego no procede de nuevos vertidos, sino que es arrancado de las rocas por las mareas. Los barcos de la Costa da Morte pescaron el viernes 70 toneladas de hidrocarburo repartido en varias manchas; las capturas del miércoles habían sido aún mayores: 90 toneladas. En el Superpuerto de Bilbao, cerca de 18.000 toneladas de chapapote se agolpan en las tres hectáreas que ocupa la planta de tratamiento de fuel habilitada por el Gobierno Vasco.