Desarticulada una trama organizada por el letrado Pablo Vioque para asesinar al fiscal antidroga

Los planes de Vioque también pasaban por ordenar matar a otros dos abogados -entre ellos la letrada detenida- y a dos «narcos» arrepentidos que iban a declarar contra el «narco-letrado», acusado de organizar el envío de un alijo de cocaína. El alijo en cuestión estaba compuesto por 2.000 kilos de cocaína que debían ser trasladados desde Sudamérica a las costas gallegas en 1991. Los dos trabajadores de Instituciones Penitenciarias, según se desprende de la investigación de la Guardia Civil, habrían accedido a que Vioque realizase a horas intempestivas llamadas telefónicas a sus contactos fuera de la prisión para organizar el homicidio múltiple. El juez investiga ahora si los dos funcionarios, que permanecen en libertad, pudieron cobrar por dejar al «narco-letrado» salir de su celda fuera de horas para telefonear y si estaban al tanto de los planes de asesinato del que fuera abogado del narcotraficante Laureano Ubiña. Por el momento, la dirección de Prisiones no ha recibido comunicación alguna del juzgado, por lo que los dos funcionarios bajo sospecha no han sido apartados del servicio ni suspendidos de empleo y sueldo. También permanece en libertad la abogada imputada por el instructor, amiga de Vioque, que supuestamente sirvió de correo entre el abogado encarcelado y los pistoleros sudamericanos que debían llevar a cabo los homicidios a cambio de unos 150.000 dólares. Lo que no sabía la abogada es que, los planes de Vioque, eran que ella misma fuera la última víctima de los sicarios para borrar así cualquier pista sobre la macabra trama. Según confirmó ayer la Guardia Civil en una nota emitida casi dos semanas después de que el intento de asesinato múltiple saliera a la luz, Pablo Vioque contactó en la cárcel madrileña de Soto del Real, donde está recluido como preso preventivo, con un influyente narcotraficante colombiano de nombre Diego León Cardona Santana, encarcelado desde octubre del 2001 en esa misma prisión por tráfico de drogas. Vioque pidió a Cardona que prepara en primer lugar el asesinato en Madrid de Zaragoza, el fiscal que ha investigado la causa contra el abogado. Luego, los sicarios, después de esconderse durante un tiempo en la zona de Levante, debían viajar hasta las Rías Bajas para acabar con dos presuntos narcotraficantes arrepentidos y supuestos testigos de cargo en el proceso. Después volverían a la capital de España y matarían a dos abogados, ex amigos y ex compañeros de Vioque que, al parecer, estarían al tanto de algunos de los negocios sucios del «narco-letrado».