El Gobierno estudia la legalidad de las subvenciones del PNV a «Egunkaria»

La Consejería de Cultura del Ejecutivo vasco aprobó el 30 de diciembre del año pasado una subvención de 1,7 millones de euros del programa de afianzamiento del euskera en los medios de comunicación. El rotativo entró en el apartado de «prensa escrita que distribuye el 25% o más de su tirada fuera de la provincia en que se edita». La ayuda, sin embargo, no se hizo oficial hasta el 24 de febrero, cuando se publicó en el Boletín Oficial del País Vasco, cuatro días después del cierre por su presunta vinculación con ETA. Rajoy apuntó que es «lamentable» que el Gobierno de Vitoria contribuya a la financiación de un periódico al que anteriores miembros de ese mismo Gobierno y destacados dirigentes del PNV acusaron de estar en la órbita de ETA y de mantener «vínculos» con la organización terrorista. Recordó que en 1992 el entonces consejero de Interior Juan María Atutxa, sostuvo en el Parlamento vasco que había «significativas coincidencias» entre ETA y «el mundo de HB, Egin, Egunkaria y el sindicato LAB». El vicepresidente señaló que también el portavoz del PNV, Joseba Egibar, declaró en 1993 ante un tribunal que «ETA y KAS intervinieron en la elección del director de Egunkaria». Con estos antecedentes, «sorprende la incomprensión» del Ejecutivo de Vitoria y el PNV y que ahora salgan en defensa del rotativo y en contra de la orden del juez Juan del Olmo de cerrar sus instalaciones y detener a sus directivos. Rajoy consideró que es «aún más sorprendente» que CiU pretenda contribuir al sostenimiento económico de Egunero, la publicación que ha reemplazado al rotativo clausurado. El grupo nacionalista catalán en el ayuntamiento de Barcelona propuso insertar publicidad en el nuevo periódico para respaldar «la libertad de expresión» en el País Vasco. El vicepresidente, además, desmintió «absoluta y categóricamente» que los directivos de ''Egunkaria'' hayan sido torturados y advirtió que estas denuncias son habituales entre los miembros de ETA detenidos ya que existe una orden de la dirección de la organización para que así se haga. Rajoy advirtió que la semana pasada el consejero de Interior, Javier Balza, se quejó de que unos detenidos por actos de violencia callejera denunciaron haber sufrido torturas de la Ertzaintza, a pesar de que no existieron. Subrayó que era curioso que nadie de la Consejería de Interior del Ejecutivo vasco ni de la policía autónoma se sumara a las denuncias de maltrato. Rajoy emplazó al PNV y al Gobierno de Vitoria a que abandonen «el partidismo» y rectifiquen las acusaciones porque saben que no se han producido.