La nueva ministra de Aznar anuncia que ejecutará sin dilación el PHN

Acompañada su familia, amigos y un buen número de altos cargos, entre ellos los ministros de Sanidad, Ana Pastor, y Agricultura, Miguel Arias Cañete, la nueva titular de Medio Ambiente enumeró con decisión las prioridades que le guiarán en el año que resta hasta el final de la legislatura. Entre otras, resolver -dijo- los problemas de agua para muchas regiones que sufren su falta a través del Plan Hidrológico, reparar «lo antes posible» los daños ocasionados por las últimas avenidas del Ebro y, de manera muy especial, restañar las heridas medioambientales provocadas por el Prestige. «Resolveremos definitivamente las secuelas de este desgraciado accidente», prometió en sus primeras declaraciones oficiales como ministra. En su agenda figurará también el desarrollo sostenible y la conservación del rico patrimonio natural español. Y, aunque no entra dentro de sus competencias ministeriales, se dijo dispuesta a dar ejemplo de «conciliación de la vida laboral y familiar» en presencia de su marido e hijas. En su breve intervención, elogió la labor de su predecesor, un sonriente Jaume Matas a punto de lanzarse de cabeza a la vorágine electoral en Baleares, y se declaró «orgullosa» de pertenecer al Gobierno de Aznar. Como tal, se comprometió a defender y llevar a término una de sus apuestas «vertebrales» de la legislatura, el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Será la nueva ministra quien deba despejar las dudas de Bruselas sobre la adecuación de las obras previstas en el Plan -entre ellas más de 900 kilómetros de trasvase por el arco mediterráneo- a las exigentes normas de impacto ambiental de la UE, y garantizar la financiación comunitaria de un tercio aproximado de los casi cuatro billones de antiguas pesetas de coste global estimado. «Creo que Europa nos va a financiar», aseguró Rodríguez. Su reto será lograr que Bruselas «entienda» la necesidad del PHN para asegurar el desarrollo socioeconómico de amplias áreas del Levante español, y libere los fondos regionales y de cohesión precisos para materializarlo. A pesar -dijo- de las «versiones manipuladas» y los «escollos» interpuestos por los opositores al trasvase del Ebro. Entre ellos los grupos ecologistas, que saludaron ayer con escepticismo el nombramiento.