Los ingenieros achacan los fallos del AVE a los nombramientos «a dedo»

Las quejas de los ingenieros públicos -que quedarán plasmadas en el Congreso que celebran los próximos días 8 y 9 de marzo- se centran en la vía libre a los nombramientos «a dedo», que se traducen, según estos profesionales, en cargos con responsabilidad que habitualmente carecen de experiencia. Algo que desemboca en casos como el del Prestige o el AVE entre Madrid y Lérida. Esta asociación denuncia además que los técnicos tienen miedo a actuar y a decir a sus superiores lo que piensan por temor a represalias. Su presidente, Enrique Disdier, aseguró ayer: «Cuando un compañero no dice las cosas que quiere que diga el político, le quitan el trabajo y le sientan en una silla y se queda sin trabajo años y años». Disdier se mostró convencido, en declaraciones a la Cadena Ser, de que cuando el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, «preguntó a sus directores generales si se podía ir de caza» le respondieron que sí «porque era lo que quería oir él». Según los ingenieros del sector público, esta situación no variará mientras existan los nombramientos por designación. Ayer, Renfe fue objeto de otro boicot. La línea férrea entre Málaga y Bobadilla permaneció cortada por la mañana durante dos horas por un sabotaje en la catenaria, que afectó a siete trenes y 475 pasajeros. La avería intencionada en el sistema de electrificación se produjo en el punto kilométrico 186,900, a la altura de la estación de Los Prados, donde se cortó el cable de contrapesas, por lo que quedó desprendida la catenaria en una longitud de unos quinientos metros. El sabotaje fue detectado la pasada madrugada y dejó sin tensión eléctrica todo el trazado entre las estaciones de Málaga y Alora, aunque los técnicos de Renfe consiguieron restablecer la circulación. A consecuencia de este hecho, resultó afectado el Talgo 200 Málaga-Madrid con salida a las 6:45 horas, cuyos 79 pasajeros fueron transbordados en autobús entre Málaga y Córdoba, y desde allí continuaron en el AVE hasta Madrid. Por su parte, el tren diurno Arco García Lorca entre Málaga y Barcelona, con 114 viajeros, retrasó su salida una hora; el regional TRD Málaga-Sevilla, con 82 viajeros, se retrasó 35 minutos, y los doscientos viajeros de los cuatro primeros trenes de cercanías Málaga-Alora fueron transbordados en autobús. La compañía ferroviaria está investigando las causas del sabotaje y el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, expresó ayer su confianza en que «más temprano que tarde» se pueda poner a disposición de la justicia a los causantes de este boicot. En declaraciones posteriores a la presentación del Plan de Líneas de Actuación para el Transporte en Autobús (Plata), Álvarez-Cascos calificó este sabotaje de «actuación vandálica que no se merece la sociedad española». Aún así, apuntó que este tipo de actuaciones no son una novedad, aunque sí «más frecuentes de lo deseable», y señaló que todas las incidencias en los servi cios públicos «deben ser recibidas con el nivel de preocupación que este tipo de comportamientos suponen». Alvarez-Cascos aseguró que el presidente de Renfe le ha dicho que no ha habido peligro de que ocurriera ningún accidente, pero el ministro destacó que «estas conductas» implican una «gravísima responsabilidad» para quienes son responsables de ellas.